𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍

8

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Habían terminado las clases, la mayoría de los compañeros de mi salón se habían ido. Después de un breve descanso, mañana iniciaban los exámenes; Jenna ya se había ido, tenía cosas por hacer al igual que yo, tengo que estudiar para dos exámenes e ir a trabajar. Vi la hora, aún tenía dos horas y media para ir a trabajar a la cafetería, por suerte para mí; a Anthy le toca abrir toda esta semana.

Pensaba irme a mi casa, a pesar de que solo me hacía 20 minutos, no tenía ganas de irme caminando y menos con este calor. Así que mejor me iré a la biblioteca a estudiar.

Espero que Emma se encuentre allí.

Casi llegando a la biblioteca, a lo lejos, en la entrada veo a un hombre de traje,  de espaldas. Me había emocionado pensando que era Harper, pero no lo era. Lo observaba confundida, ya que nunca lo había visto.

Debe ser alguien de dirección o... ¿Será pareja de Emma?.

Él se voltea y me mira llegar.

Era un hombre atractivo, mentón marcado, bonitos ojos cafés claros y cabello corto castaño. Se veía casi de la edad de Harper; tal vez unos tres o dos años menos que él.

— Buenas tardes señorita —me saluda con educación al igual que Harper

¿Acaso será su hermano?

— Disculpe que la moleste —se acomoda su corbata— ¿Sabrá dónde está la bibliotecaria?. Me dijieron que llegaría en un rato, pero llevo esperando aquí casi una hora

— Ya entro a revisar

— No he entrado —menciona algo apenado— Es que no entro a un lugar sin permiso

— Oh, entiendo. Pero tampoco puede quedarse bastante tiempo aquí parado —abro una de las puertas y le doy el pasó, a lo que el accede

— Gracias, pero pasé usted primero

Entramos, busco a Emma pero exactamente no sé encontraba.

— Puede tomar asiento si gusta

— Gracias —se dirige a una de las grandes y largas mesas, y toma asiento

— Voy a llamar a Emma, es la bibliotecaria —marco a su número— Espero que me conteste —le dirigo una sonrisa y él me lo devuelve

Se le marcan mucho sus pómulos. Qué lindo.

Estaba a punto de colgar cuando Emma me contesta. Le mencionó del hombre que se encontraba esperándola y que entramos a la biblioteca, además de que me iba a quedar un rato a estudiar. Ella sin problema acepta y que volverá en unos minutos. Termino la llamada.

— Dice que le ofrece una disculpa y que llegara en 15 minutos

— Por supuesto, gracias —ve la hora en el reloj que lleva en su muñeca

Me siento en frente de él pero quedando a una sillas separada. Saque mi carpeta y comencé a estudiar.

— ¿Día de exámenes? —pregunta

— Sí. Mañana inician —vuelvo mi vista a mis apuntes

— Disculpa que te vuelva a interrumpir, pero no pregunte tu nombre

— Soy Samara

— Que bello nombre —hace que me sonroje un poco— Soy Grey —me extiende la mano y yo la acepto, estrechandolas

— Tiene mano fuerte —menciono y el sonríe

— La mayoría me lo ha dicho —suelta de mi agarre— espero no haberte lastimado

— Ahora tendré una fractura en la mano —ambos reímos

— Será mejor que ya no te interrumpa

— No hay problema —alzo los hombros— Los exámenes que me tocan mañana son de materias sencillas, así que no me preocupan tanto

— Si gustas, puedo ayudarte a estudiar

— ¿En serio? —cuestiono

— Claro, ven

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— Muchas gracias Harper por ayudarme —agradece Emma mientras cargaba unos libros y carpetas

— No tienes que agradecerme

— Es que en estos días me han traído de aquí para allá —el tono de su voz estaba algo alterado, agitado— Y hace como una hora tengo esperando a un nuevo profesor

— ¿Nuevo profesor?

— Si. Acaba de llegar —se acomoda sus lentes— ¿Qué tal va su relación?

— Bastante bien, hasta eso hemos tenido tiempo para nosotros

— Que lindo. ¿Nadie se ha enterado cierto? —cuestiona con preocupación

— Además de tú y Jenna, nadie más

— Espero no ser entromerida, pero escuché sobre que hubo algo entre Anthony y Samara

— Oh, eso —alza las cejas— Me lo contó todo, fue un mal entendido y al parecer alguien lo rumoreó. Denisse.

— Agh —rueda los ojos— Esa chica es un completo problema. Solo espero que no le vaya a causar después más problemas

— Espero que no

Al llegar escucharon risas y voces, en particular una que se les hacía familiar. Curiosos vieron que eran Samara y Grey.