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Los minutos avanzaban, pocos alumnos entraban y salían, y yo solo estaba ahí; en el mismo lugar. Me estaba quedando dormida que casi me golpeaba la cabeza contra la mesa.
Un sonido fuerte retumba en el lugar y en mis oídos. Despertándome.
— Ah, mierda
— ¡Hii!. ¿No vienes? —pregunta Jenna quien golpea nuevamente la mesa un ay otra vez
— Para, para —me limpio los ojos— No. Me quedé de ver con ya sabes quién —le respondo lo más bajo y entendible posible —Que según lo tendría que haber visto hace una hora, pero se le hizo tarde. Eso no le va a gustar al conejo blanco
Jenna se ríe. Sentándose sobre la mesa.
— ¿A caso lo harán en la escuela?
— Mierda, no —arrugo la nariz— No todo tiene que ser sobre sexo entre nosotros
— No lo sé, podría suceder
— Eso quisieras
—De acuerdo, me voy —se baja de la mesa y se despide de mí dándome un gran beso en la mejilla. Logrando marcar su lápiz labial rosa— Dave me está esperando junto con Anthony y mi caballero blanco. Beck
— Ya lo conociste. ¡Eeeh!
— Ajám. Es carismático, lindo, atentó, atractivo y algo fortachon —muerde su labio— Y de seguro debe de ser bastante bueno en la cama
— Ay, Jen. Mejor ya vete —le hago una seña con las manos de que se vaya— No quiero verte masturbando
— Ya quisieras. ¡Se protegen!
— ¡Cállate!
Mejor me hubiera ido.
Veo la hora en mi celular y ya era tarde. Llevaba 3 horas en la biblioteca, en el cual lo aproveche leyendo un libro para entretenerme un rato.
Mejor me hubiera ido... Ya no aguanto un minuto más, mejor me voy de aquí.
Ya iba a salirme cuando algo me gala del brazo, me doy medía vuelta y era él. Me sonríe como yo a él y me besa como si me hubiera dejado de ver por días.
— Harper, no —lo detengo— Recuerda. Estamos en la escuela
— Eso lo sé, pero ahora que estamos solos
—¿Cómo estás tan seguro de que estamos solos?
— Porque es la hora de descanso y nadie se mete aquí a almorzar. A excepción mía, claro
— Y por cierto. ¿Dónde estabas? —me cruzo de brazos molesta— Te estuve esperando más de una hora
— Disculpame, pero justo cuando ya venía en camino me llamaron para cubrir a un grupo. Y no tuve de otra
— Me hubieras enviado un mensaje, estuve aquí por horas y... —toma mi mentón empezando a jugar con mis labios, para darme un profundo beso
— Lo siento, Samara
Carajo. Parece que está provocándome. ¿Y como no?, con esa voz grave que tiene, que cualquier chica y mujer se arrodillaría ante él. Pude sentir como me moje, no supe que decir, solo pensé en abalanzarme sobre él, besarlo y cojermelo aquí mismo; justo como menciono Jenna, pero, me contuve.
— Se lo que estás haciendo y no caeré; y, como te dije, no es el lugar —tome de su corbata, entrelazandolo entre mis dedos
— Me atrapaste, pero en cierto lo que te dije —lame sus labios— Y por lo que veo, también lo deseas
— Ambos lo queremos, pero está vez no —muerdo mi labio
— De acuerdo —ríe— Cambiando de tema. ¿Por qué no llegaste a clases?
— Sobre eso... El viernes Anthony me invitó a cenar en casa de su padre, fuimos y después su padre me invitó a que me quedará el fin de semana con ellos —noto su seriedad. Esperando que después de que termine de contarle no vaya a explotar de coraje— Así que me quede, hasta ayer en la noche que me dejó Anthony
— Me hubieras dicho y hubiera pasado por tí
— No quería molestarte
— Eso jamás. Prefiero acompañarte sin importar la hora, a qué te suceda algo
— Se cuidarme sola. Y como te dije, Anthony fue el que me dejó
— Por lo menos me hubieras avisado de la cena. ¿Por qué no me avisaste? —se cruza de brazos
— Se me pasó y creí que tal vez te molestaría. Cómo ahora —me pongo cabizbaja, cruzada de brazos— Que ahora que lo digo en voz alta suena absurdo
— No digas eso. Jamás me molestaría por eso, me molesta más el hecho de que me ocultes cosas —me toma de la manos
— Sí. Lo siento, no volverá a suceder. De ahora en adelante no te ocultare nada —le sonrió
— Lo último que quiero es que haya malos entendidos entre nosotros —me acaricia la mejilla— ¿No más secretos?
— No más secretos
Ambos nos besamos, quería separarme de él , pero el momento me gano. Así que por esta vez, preferí no darle importancia que estuviéramos en la escuela. Mejor preferí disfrutar de este encantador momento, lo cual no duró mucho ya que escuchamos la voz de alguien mencionar nuestros nombres.
— ¿Samara?... ¿Harper?
— Puta madre
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𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍
RomanceHarper un profesor de universidad; y Samara, una adolescente y estudiante universitaria. Alumna del profesor. Días antes se conocieron de una manera algo peculiar, sin saber que después se volverían a encontrar. A la chica no le es de su agrado; pe...