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Ya era tarde, iba a pasar la noche en el departamento de Harper.

Llegamos al departamento, Harper me despertó ya que me había quedado dormida. Apenas abrí los ojos cuando me entró una llamada, era un número desconocido, pero aún así preferí contestar.

— ¿Hola?

— Buenas noches, señorita Samara —pude reconocer aquella voz grave y suave— Espero no haberte despertado

— Grey —contestes animada— ¿Qué tal?. De hecho me llamaste justo cuando me acababa de despertar

Miró a Harper y señaló el celular diciéndole que era Grey. A lo que el me responde solo alzando las cejas y asintiendo con la cabeza.

Me extrañó ver aquel gesto, pero de nuevo mi mente quiso volver a la llamada con Grey.

— Disculpa —me concentro en la conversación— Me puede volver a repetir

Del otro lado de la llamada escucho la risa de Grey, provocándome una risa nerviosa.

Harper sale del auto, azotando un poco la puerta y dejándome en el auto. Lo cual no le tome importancia y también me salí del auto.

— Le decía que quería hablar con usted respecto a lo del baile —menciona

— Claro —entramos al ascensor— De hecho eso quería hablar con usted, pero  recordé que no tenía su número, hasta ahora que me llamó —sonrei— Por cierto. ¿Cómo consiguió mi número?

— La señorita Emma —prosigue— Espero no le haya molestado

— Nada de eso —me quedó pensado un momento— Quería decirle que ya conseguí algunas personas que nos pueden ayudar

— Que rápido

— Son alumnos de la escuela, amigos y conocidos míos de confianza —ambos reímos

El ascensor se detiene en el piso donde se encuentra el departamento, saliendo del ascensor llegamos a su departamento y entramos. Harper se sube a la habitación, mientras yo me quedé en la sala.

— Aún no me ha dicho la temática

— Cierto. Por eso la llamé —carraspea— La temática será sobre la primera. Es sencillo, pero ya debemos de conseguir los materiales o adornos que se vayan a utilizar

— Si. Entiendo

— Se de una tienda donde podríamos conseguir todo ese tipo de cosas —prosigue— ¿Estará ocupada mañana?

— Déjeme ver —veo la fecha en mi celular— No, mañana estoy libre

— ¿Le parece bien si la veo en la escuela al medio día? —me quedó confundida— Iré por usted

— ¿Está retirado el lugar?

— No tanto, pero sí —suspira con pesadez— Así que nos conviene irnos en auto. Yo la llevaré y la regresaré sin ningún problema

— De acuerdo —aprieto mis labios

— Mañana la veo, señorita Samara y que tenga linda noche

— Gracias. Igualmente

Termine la llamada y me recosté un rato en sofá. Vi la hora y ya era media noche, con pesadez me levanto del sofá, subiendo las escaleras para irme a la habitación.

Entro y veo una luz salir de la puerta del sanitario, escuchó aguas caer. Se estaba bañando. Me desvisto para ponerme mi pijama, me dirijo al sanitario para desmaquillarme, limpiarme la cara y lavarme los dientes.

Harper termina de bañarse, saliendo de la regadera para sacarse. Lo veo desde el espejo, admirando como su cuerpo, viendolo como se seca cada parte de su cuerpo con su cabello húmedo. Él me ve y yo le sonrió, él también me sonríe pero su sonrisa se veía apagada.

— ¿Todo bien? —pregunto

— Si. ¿Por qué?

— Te noto algo serio como pensativo —me limpio con agua lo que me quedo de la pasta en la boca

— Todo bien —me sonríe de lado— Solo me cayó de sorpresa que tú serás la encargada del baile. Pensé que no te gustaba eso

— Es un 50/50 —alzo los hombros— Quise ayudar al profesor Grey

— ¿Al nuevo?

— Sí —me giro para recargarme en el lavamos— Me lo tope y me contó que le tocó lo del baile y quise ayudarlo, para que no le cueste trabajo

Harper asiente con la cabeza nuevamente. Sin decirme nada.

Me acerco a él, lo abrazo por la cintura sintiendo su cuerpo aún húmedo, callendome gotas de tu cabello en mí.

— Te voy a mojar

— No me importa —lo beso con suavidad— Prefiero que me termines de mojar

𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora