𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍

15

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Se me había hecho tarde, tome mi bicicleta y pedale lo más rápido que pude hacía la escuela. Mis piernas comenzaron a doler, pero no dejé de pedalear; además de que por poco chocaba contra un auto.

Carajo. Mis piernas me están matando, mañana me dolerán bastante.

Llegué con unos minutos restantes; sin embargo aún hacía falta dirigirme al salón, que era un camino algo largo. Corri como pude, ya que me lo impedía la mochila; al dar la vuelta en un de los pasillos choco con alguien, no lo mire del rostro por pena y porque decidí enfocarme en mi camino. Así que solo le pedí disculpas.

Antes de llegar a mi salón, note algunas miradas fijás en mí, lo cual me hizo sentir un poco incómoda, pero las miradas no pararon hasta ahí; al entrar al salón algunas miradas se hicieron presentes como también, algunos murmullos.

Una compañera de mi salón, Miranda. Se levanta y se dirige hacía mí.

— Hola Sam —me saluda moviendo su mano de lado a lado y con una sonrisa.

— Que tal, Mari.

A pesar de nos ser tan amigas, ambas nos dirigimos la una a la otra con sobrenombres.

— Oye... ¿Es cierto lo de tú con Anthony?.

— ¿Anthony y yo?.

No pudo responderme ya que había llegado la profesora. Así que ambas tomamos nuestros respectivos lugares.

— Sam, Sam, Sam —dice Dave— Así que... Al fin lo hicieron.

— ¿Hicimos quiénes? —lo cuestionó.

— Jenna y yo. Claro que Anthony y tú.

— ¿De qué hablas?. No entiendo a qué te refieres.

— Ya no te hagas la inocente, Sam —me mira Jenna entre ceja y ceja— Pero me sorprende que ya te hayas cojido con los hombres más deseables de esta escuela.

— ¿Quién es el otro? —cuestiona Dave.

Jenna al escuchar la pregunta de Dave cae en cuenta de que él no sabe de que tengo una relación con el profesor Harper. Así que fingimos que no escuchamos a Dave, volviendo al tema del cuál aún sigo sin comprender.

— Oigan, en verdad. No sé de lo que me están hablando.

— De que te cojiste a Anthony —comenta Jenna haciendo que casi me ahogará con mi propia saliva.

— ¡¿Qué mi mierda?!.

— Oigan. ¿Qué pasa allá atrás Samara? —nos mira la profesora Katherine.

— Amm. No es nada —contesto apenada— Una disculpa profesora

— ¿Segura?. Porqué hasta hizo eco su palabrota.

— Sí, solo me llegó un mensaje y me calló de sorpresa.

La profesora solo hizo una mueca y prosigue a escribir en el pizarrón.

— ¿En realidad no lo sabes? —me pregunta Dave y yo solo niego con la cabeza.

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— ¿De dónde sacaron semejante idiotez? —pregunto enfadada— Ni siquiera hay algo entre Anthony y yo.

— Pero eso no significa que no hayan cojido —comenta Jenna.

— Gracias, Jen.

— No sabemos de dónde o más bien, de quién salió el rumor. Solo nos enteramos al igual que tú —dice Dave— Lo escuchamos por otros.

— Es increíble que hayan dicho tal cosa

— Ey. No te molestes, linda —me abraza Jenna— Es solo un chisme cualquiera.

— Si, claro. No debo preocuparme por un chisme en el cual incluye a Anthony el cual, hace poco termino una relación y por el cual, la mayoría de lqs chicas estan pendejadas por él —respondo sarcásticamente.

— Samarripa. No te lo tomes tan personal —trata de consolarme Dave— Tiene razón Jennifer. Solo es un chisme sin importancia, tú lo acabas de decir; entre Anthony y tú no hay nada. Solo que una amistad

— Si pero... —me interrumpe

— Pero la mayoría de los de aquí se van a dejar engañar por un rumor que tú sabes que no es verdad. A lo que voy, es que tú solo sabes la verdad, claro que ahora no todos los creerán y no podrás hacerlos cambiar de opinión, pero con qué tú sepas bien sobre lo que stas viviendo en tu vida, con eso basta

Dave tuvo razón en lo que dijo, pero había una situación que me tenía inquieta. Harper.

Espero que esté chisme no llegue tan rápido hacía los profesores, terminando que él se entere. Que no debería de preocuparme, Harper es un hombre razonable, comprensible; si se llega a enterar, de seguro querrá escuchar mi versión para que no haya malos entendidos... Eso supongo.