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Las clases habían terminado, los pasillos se encontraban llenos por lo alumnos. Algunos dirigiéndose a las puertas para salir, otros sacando o guardando cosas de sus casilleros.
- ¿Segura que no quieres que hable con él? -me toma de las manos- En serio. Voy contigo y...
La interrumpo
- Segura. Tu relájate -le pellizco con suavidad la nariz. Haciendola sonreír- Solo es un castigo, no me van a suspender o expulsar. Por ahora
Jenna no está del todo convencida, pero ella sabe que conmigo es inútil hacerme cambiar de parecer. Así que acepta
- Bien. Entonces te veo mañana -se despide de mí y se retira
Minutos después salgo del salón y me encamino hacia la biblioteca. Tratando de hacer pasos cortos y lentos para perder tiempo.
Llegó a la biblioteca, veo por las pequeñas ventanas que se encuentran en la puerta. Está el profesor Harper hablando con Emma.
Ahora está tan sonriente y bastante cómodo.
Siempre recuerda esto. Nada de rencor, tú o... ¿yo?, debo ser mejor persona. Mostrarme lo más serena y amable. Cómo si todo ese coraje no hubiera pasado.
Al entrar, ambos me miran y aquella expresión alegre del profesor, se desvanece.
Relájate, relájate.
- 10 minutos de retraso señorita Sánchez
- No recuerdo que haya dicho la hora de llegada
- Vaya Sam. Me sorprende que ahora estés en problemas -menciona Emma
Emma es la bibliotecaria. A pesar de ser una mujer de 44 años, está muy conservada. De cuerpo algo delgado con forma, mostrando sus curvas con cualquier prenda que se ponga. Todo le luce, le queda bastante bien; alta, de cabello largo anaranjado- rojizo con flequillo, labios pequeños pero fino. Sin olvidar sus enormes lentes color morado, que le hacen resaltar esos enormes ojos color bermellon.
- Estoy igual de sorprendida que usted -hago una mueca
- Está será tu tarea. Ya que la mayoría de los alumnos piden los libros o los toman y los dejan botados. Tu deber será acomodarlos, todos -sonrie victorioso- Esto lo harás todos los días terminando clases. Claro, hasta que estén todos los libros en su lugar
- ¿Es en serio?
- Le estoy dejando una tarea sencilla -cruza sus brazos. Tratando de desafiarme- ¿O acaso prefiere una tarea más pesada, o extra?
- No, pero trabajo. Por suerte, hoy Jenna decidió ayudarme. Pero, ¿qué pasará con los demás días? -realizo la misma acción que él. Cruzandome de brazos- No puedo quedarme hasta tarde
- ¿A qué hora entra a trabajar?
- A las 16:00
- A partir de mañana saldrá a las 15:30. Hoy saldra a las 18:00 a la misma hora en la que salen los chicos de sus talleres o deportes
- ¡¿Qué?!. ¡¿Por qué?!
- Porque yo lo digo
- ¿Por qué usted lo dice?
La tensión en el ambiente se sentía algo pesada. Tanto que Emma tuvo que entrometerse para evitar que la situación se convirtiera en un problema.
- Disculpe profesor Harper. ¿No le molestaría si me llevo a Samara?. Necesito que me ayude con algunas cosas de la bodega -se acerca a mí, tomándome de los hombros- Solo serán unos minutos
- Por supuesto. No me molesta, mejor que tenga más cosas por hacer
Estaba a punto de darle en el punta pie y decirle de cosas, pero me detuvo Emma.
- Gracias, profesor. Acompáñame cariño
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- Debes calmarte. Tuviste suerte que interviniera, sino, imagínate. Ya te habría reportado
- Lo hubiera hecho. Primero que me habló mal en frente de la clase, y ahora esto -trato de controlar mi molestia, haciendo respiraciones profundas
- Mi niña. Entiendo tu molestia, pero en vez de alivianar la situación; lo que haces es hecharle más leña al fuego
- Lo sé, lo sé. Trate de ser lo más serena posible pero ese hombre... ¡Aagh!
- Admito que tiene un temperamento fuerte, pero también hay un hombre carismático y romántico
No puedo creer lo que estoy escuchando
- Si claro -ruedo los ojos- Dudo que ese hombre tenga sentimientos
- Sam. No puedes juzgar a un libro por su portada
Preferí guardar mis comentarios y calmar mi temperamento.
- Lo conocí hace una semana -guarda unos carpetas en una caja- Al profesor Harper
- ¿Cómo fue que lo conociste? -interesada, le pregunto- Quiero decir. Tu primera interacción con él
- Venía aquí a almorzar. Al parecer no se sentía a gusto almorzando con los profesores y más estar rodeado de la mayoría de la profesoras
- Es atractivo, parece actor de telenovela o de esos comerciales de perfume -río ante tal comentario. A lo cual también le causa risa a Emma- Solo date tiempo de conocerlo
- Claro
Ambas salen de la bodega y caminan hacia salir por aquel pasillo de enormes estantes llena de libros. La joven admira el pasillo, entrañaba tanto aquel lugar, todos los libros, los enormes estantes que le dan el toque y ese aroma a madera y hojas.
- Ya es hora de irme -toma su bolso- Relájate mi niña, y ya no te metas en problemas
- Mejor digaselo a él -sale una pequeña risa de los labios de Emma
- Nos vemos mañana. Te vas con cuidado
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𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍
RomanceHarper un profesor de universidad; y Samara, una adolescente y estudiante universitaria. Alumna del profesor. Días antes se conocieron de una manera algo peculiar, sin saber que después se volverían a encontrar. A la chica no le es de su agrado; pe...