𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍

5

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— ¿Qué está sucediendo? —pregunta Emma. Estaba desconcertada al igual que nosotros —¿Ustedes están... juntos?

— Sí —respondo apenada— Te debemos una explicación, pero será después, ¿de acuerdo?. Así que por ahora no vayas a decir nada, por favor —me acerco a ella y la tomo de las manos— Nadie sabe sobre esto —ella dirige su mirada hacía ambos

— Y si me van a deber una gran explicación

— Gracias —me despedi de Emma ya que Harper me iba a llevar a mi casa— Te veo a las 18:00 en la cafetería donde trabajo. Es más seguro ahí

Emma asiente con la cabeza. Estaba totalmente desconcertada.

Llegando al auto de Harper, saco mi celular y le envío un mensaje a Jenna para contarle lo sucedido.

Conozco a Emma, ella no sería esa clase de persona chismosa, sin embargo, me preocupa el hecho de lo que piense que tal vez no esté del todo de acuerdo o nada de acuerdo con la relación que tengo con Harper. Mi profesor de psicología.

— ¿Creés que se vaya a enfadar? —pregunta Harper. Él estaba más preocupado que yo

— No lo sé. Cuando nos vio, estaba muy desconcertada

— ¿Quieres que te acompañe en la tarde?

— Si no tienes problema o algo que hacer, si. Me vendría bien tu apoyo

— Siempre tendrás mi apoyo cariño —toma mi mano y la besa

Sus palabras fueron un alivió y una tranquilidad para mí. Me dejó en mi casa y él se fue nuevamente a la escuela; me acosté en mi cama y decidí dejar a un lado el tema, dejar de sobrepensar sobre lo que pasó con Emma.Pongo una alarma para irme a trabajar en la tarde, dejó mi celular en sobre la mesita que está a lado de mí cama. Cierto los ojos hasta quedarme duermida

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— Eso fue lo que sucedió —ambos le contamos la historia a Emma. Ya que ella quería saber la versión de ambos

— Déjenme entender. ¿Su atracción comenzó aquella vez del castigo? —Harper y yo nos miramos —¿O solo fue tuya? —mira a Harper levantando las cejas. Él se pone nervioso

— Amm... Eso es otra historia

— Después me lo contarás todo —le contesta Emma algo molesta. Jamás la había visto de ese modo; el ambiente se estaba volviendo más tenso— ¿Alguien más lo sabe?

— Solo Jenna

— Se que estás molesta, y entiendo tus razones. Pero hablo por mí, porque no sé si Samara concuerde con mis sentimientos —me mira— La amo, se que puede sonar una bazofia, porque apenas nos estamos conociendo e iniciamos una relación, pero desde el momento que la ví... Hubo algo en ella que me atrajó, además de lo hermosa que es, sentí como una conexión, algo así un amor a primera vista

Era la primera vez que alguien hablaba de sus sentimientos hacía mí. He tenido varías, pero no muchas relaciones, y siempre me decían que me querían a través de cartas o mensajes de texto, pero nunca en persona. Se sentía diferente.

Ví a Emma, y ella estaba igual de conmovida que yo. Sus ojos estaban cristalinos, ella trato de no llorar pero le fue imposible.

— Harper yo —toma una bocanada de aire— Disculpen, vuelvo en un momento

— ¿Te encuentras bien? —me levantó, pero ella me detiene

— Si. Es solo que necesito espacio —se retira dejándonos a Harper y a mi solos

Mi corazón quería hablar, pero mi cerebro no estaba en su total función ahora. Lo que Harper dijo sobre mí fue... Hermoso.

— ¿Estás bien?

— Eh. Si, ¿porqué lo preguntas?

— No has dicho nada

— No es algo fuera de lo normal viniendo de mí —ambos nos reímos

— Eso es cierto, pero me refiero a que esperaba una respuesta respecto a mis sentimientos sobre ti

Carajo. Di algo maldita sea

— Yo... —fuí interrumpida por la llegada de Emma. Me sentí salvada

— Lo siento. Me llegó la emoción y no quería que me vieran llorar —nos sonríe. Sus ojos se veían rojos e hinchados

— No tienes porque disculparte. Está bien —comenta Harper— Yo me siento apenado

— No tienes que disculparte. Yo soy una persona muy emotiva; nunca en mi vida había escuchado a un hombre hablar sobre sus sentimientos. Lo veo en series y películas, e incluso en los libros, pero jamás lo ví salir de ka voz ade un hombre —saca un pañuelo en una de las bolsas de su pantalón y se limpia las lágrimas— Fue bello

Lo miro, agacha un poco la cabeza y en su rostro se forma una pequeña sonrisa. Me encanta ver su sonrisa y más cuando se sonroja.

— Ambos pensamos en decírtelo, pero queríamos que todo fuera a su debido tiempo. No es porque no queríamos decírtelo —menciono

— Tranquila Samara. Lo entiendo —desvia la mirada y suspira— No le diré nada a nadie, pueden ir a la biblioteca en la hora de descanso, pero traten de ser discretos e igual, no vengan seguido; si no, comenzarán a sospechar sobre ustedes

— Muchas gracias, Emma. Eso lo tenemos bastante en cuenta —dice Harper

— Así que no te preocupes por ello y de nuevo, gracias

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Más tarde, Harper me llevo a casa, como siempre por petición de él, pero es algo a lo que ya debo acostumbrarme. No le agrada que yo me vaya sola hacía mi casa.

— Gracias por dejarme. Aunque no debería agradecerte ya que te gusta hacerlo —suelto una risa, pero a él no le causa gracia— Uy, que serio

— ¿Te puedo hacer una pregunta?

— Yo te doy una respuesta

— ¿Qué sientes por mí? —aprieto mis labios y los muerdo— No, disculpa. No debí preguntartelo es solo que la situación... —se lleva la mano a su boca. Se notaba inquieto

— Tranquilo y está bien, no hay de malo con que preguntarás. Solo que fue inesperado

— Por supuesto. No es necesario que respondas