Un paraiso en ti ||Yoonmin x omegaverse||

57

Jimin y Lucas se encontraban comiendo junto a ambos mayores. La mujer hablaba con Keith, mientras que los menores simplemente comían en silencio.

Ya era algo tarde, por lo que Jimin pensaba que Yoongi los buscaría al otro día.

Pero no.

Cuando el timbre sonó, la mujer se levantó y fue a abrir la puerta.

— Yoongi— Susurra Jimin cuando el aroma del mayor llegó a sus fosas nasales— Amor, quédate aquí, ¿si?

— Si, mami.

Jimin se levanta y camina hacía la puerta.

— Jimin— Habla Yoongi.

— Mamá, yo me encargo— Dice Jimin a la mujer, quien asiente antes de irse.

Jimin sale de la casa y cierra la puerta, procurando de que Lucas no escuche nada de la conversación.

— ¿Ya se te fue el enojo?— Pregunta Jimin mientras se cruzaba de brazos.

— Jimin, no tienes derecho de traerte a Lucas. Es mi hijo y es mi responsabilidad.

— Pero también va a ser mi hijo, ¿No?

— Todavía no lo es— Yoongi frunce el ceño— ¡¿Por qué mierda sales sin avisarme?!

— ¿Y que querías que haga? Estabas enojado y nisiquiera me abrías la puerta. ¡Me gritabas que me vaya!

— Pero porque no quería hacerte daño— Yoongi suspira y baja la cabeza— Jimin, lo siento, ¿Si? solamente que estaba enojado. Jihoo tocó un tema muy delicado para mí.

— Pero no debes de actuar así— Dice— ¿Sabes lo mucho que temí cuando te acercaste enojado a mí? Creí que me ibas a lastimar— Baja la cabeza.

Yoongi se acerca a Jimin y lo abraza con fuerza.

— Perdóname, Jimin. Hice mal en haberte gritado— Dice— Perdóname.

Jimin corresponde al abrazo de Yoongi y suspira.

— Deberíamos de hablar, Yoongi. Necesito saber.

— Lo sé— Dice en un tono bajo— Es un tema delicado.

— Lo sé, pero debemos de tener comunicación.

— Amor... nunca he tenido pareja y todavía no estoy acostumbrado a contar todos mis problemas.

— Pero voy a ser tu esposo. ¿No me dirás lo que sucedió? Sé lo mucho que te afecta, pero necesito que me digas para estar al tanto de todo.

Yoongi asiente sin decir ninguna palabra.

— ¿Como te encuentras?— Pregunta Jimin acariciando el hombro lastimado de Yoongi— Te lo quitaste con mucha fuerza.

— Si, lo sé— Dice— Estoy bien. Solamente fue algo de momento. Hice mal en haberte evitado, tal vez debí de haberte contado en ese momento, pero Jihoo me pilló en un mal momento.

— Comprendo. No te preocupes— Jimin toma las manos de Yoongi y entrelaza sus dedos.

— ¿Quieres quedarte aquí esta noche?— Pregunta Yoongi— La casa está echa un desastre. No quiero que vayas.

— Si, me quedaré aquí— Dice Jimin suspirando.

— Mañana vendré por ustedes— Dice— Y en la casa hablamos.

— Si, alfa.

Yoongi toma el rostro de Jimin y comienza a dejar varios besos en las mejillas de este, quien cierra sus ojos y disfruta de cada beso.

Al llegar a los labios del menor, ambos comienzan a besarse con lentitud y con mucho amor.

Las manos de Yoongi tomaron la cintura de Jimin y lo apega mas a su cuerpo. El omega rodea el cuello del alfa con sus brazos y profundiza el beso.

Yoongi acariciaba delicadamente la cintura de su omega, quien sonreía durante el beso, mientras dejaba pequeñas mordidas en los finos labios de su novio.

Al separarse del beso, Yoongi apoya su frente con la de Jimin y suspira.

— Ya no vuelvas a irte así— Pide Yoongi— Ya no por favor.

— Ya no lo haré. Perdón— Dice Jimin mientras acariciaba la nuca de Yoongi— Pero ya no vuelvas a reaccionar de esa manera.

— Trataré de no hacerlo.

Jimin suspira y pronto observa el cielo.

— Lloverá pronto— Dice Jimin— Es mejor que vayas a casa a descansar.

— Duerman bien. Dile a Lucas que lo amo mucho y que mañana vendré por ustedes— Pide a lo que Jimin asiente con una pequeña sonrisa— Jihoo se irá a Daegu mañana.

— ¿Por qué?

— Es mejor que se vaya. Ya hablé con mi papá— Dice a lo que Jimin asiente— Te amo mucho, mañana vengo.

— Yo igual te amo mucho, alfa.

Yoongi sonríe y deja un último beso en los labios de Jimin, antes de darse la vuelta e ir a su auto.

Jimin se queda allí parado y pronto mira a los guardaespaldas.

— ¿No están cansados?— Pregunta a lo que los contrarios niegan— Si están cansados pueden irse. No es necesario que vigilen la casa.

— Es nuestro trabajo, jefe. Vaya tranquilo.

Jimin suspira y se adentra a la casa.