Al terminar la velada subimos a nuestro apartamento y dejamos a Julie acostada en su cama, estaba bastante cansada después de todo el día. Nathaniel y yo nos quedamos en la habitación. Encendimos la chimenea para darnos calor y nos tumbamos encima de las sabanas azules de nuestra cama. Me tumbé encima de él y apoyé mi cabeza en su pecho desnudo. Comencé a juguetear con mis dedos en su torso, él no paraba de reírse por las cosquillas que le hacía.
—Para —dijo entre risas agarrándome de las muñecas dulcemente.
—¿Por qué? Es divertido —respondí siguiendo con el juego.
De repente me agarró con delicadeza la mano donde se encontraba el anillo.
Por unos segundos nos detuvimos y miramos el anillo con bastante atención.
—Me alegra que hayas aceptado, es un anillo familiar y que lo lleves tú ahora me hace muy feliz.
Añadió con una gran sonrisa mientras pasaba uno de sus brazos por mi cintura para que pudiera acomodarme.
—Me sorprendió que me lo pidieras —respondí.
Al terminar la frase Nathaniel se incorporó un poco, por lo que tuve que levantar mi cabeza de su pecho para mirarle a los ojos.
—¿Acaso te arrepientes? —preguntó algo preocupado.
—Para nada.
Le besé en los labios suavemente.
—Es solo que, ¿no te parece que es muy pronto? —pregunté con miedo a su reacción.
—A mí no me parece pronto si encuentras a la persona adecuada, ¿por qué esperar?
Se le veía muy seguro de sí mismo.
—¿Y yo soy la adecuada?
No podía dejar de sonreír al ver cómo me miraba.
—Por supuesto.
Se echó encima de mí para besarme de nuevo, esa vez más intensamente que la anterior.
—No vuelvas a dudar sobre mis sentimientos —dijo entre beso y beso.
Lo negué con la cabeza mientras deslizaba sus manos por debajo de mi camisón negro. Entre caricias y besos me prometí a mí misma que nunca me cansaría de aquello.
Nos quedamos dormidos uno al lado del otro, piel con piel. El fuego de la chimenea se fue apagando poco a poco hasta dejarnos en la completa oscuridad.
A la mañana siguiente nos levantamos un poco más tarde de lo normal. Preparamos el desayuno y llevamos a Julie a su nueva escuela, donde conoció a más niños de su edad. Nos despedimos de ella con la mano y entró al edificio, aún no conseguía adaptarme a la ciudad y a sus costumbres.
Esa mañana, Enzo nos había reunido junto a unos comandantes de Cassiopeia en el ayuntamiento, pero tenía que hacer algo importante antes de reunirme con ellos. Nathaniel sabía perfectamente mis intenciones y asintió con la cabeza dejándome ir.
—Tengo algo que decirte, y quiero que lo sepas de mí antes que de nadie más —acerté a decir.
Me puse más nerviosa en cuanto Leo se sentó a mi lado en uno de los bancos del jardín principal de la plaza.
—Me estas asustando.
Se rió incomodo y sin dejar de mirarme a los ojos.
—Antes de nada, ¿todo bien con Nathaniel? Siento mucho lo que pasó hace un par de días, se malinterpretó más de la cuenta.
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CASSIOPEIA Parte 1 -COMPLETA-
Science FictionCassiopeia fue una ciudad fundada hace cientos de años en un planeta habitable no muy lejos del nuestro. Las personas ricas y con más recursos fueron afortunados y pudieron viajar hasta allí para fundar una nueva civilización. En cambio, los que no...