Capítulo 14

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Detrás de mí, unos hombres traspasaron la puerta y con ellos Robyn. En aquella sala solo nos quedamos tres personas, los dos hombres al frente y yo delante de ellos.

—¿Qué es todo esto? —pregunté confusa de nuevo.

—Emma, te encuentras en La Resistencia —comenzó a explicar el hombre en el trono—. Hace muchos años, nuestros antepasados fueron escogidos como lo fue tu hermana, pero hubo algunos problemas. Cassiopeia no era ni la mitad de lo que es ahora, y varios hombres y mujeres consiguieron escapar al ver los horrores que les esperaban. Al huir no tenían donde ir, así que fundaron este campamento. Durante muchos años vivieron para acabar con ellos, pero eso fue hace bastante tiempo. Ahora simplemente intentamos sobrevivir en estas tierras tan extrañas.

En ese momento me quedé aún más confusa, tardé en asimilarlo todo. No tenía ninguna pregunta más y aunque la tuviera, no sabía si entendería la respuesta de todo.

—Enzo, será mejor que se vaya a descansar, ha tenido un día duro —sugirió el hombre rubio.

—Está bien Nathaniel, llévala a su habitación, mañana nos reuniremos de nuevo, tengo muchas preguntas —respondió Enzo con una expresión muy seria.

A Nathaniel pareció molestarle la idea, tal vez no quisiera saber nada de mí.

—No tienes por qué acompañarme puedo buscar a Robyn, puede que a ella no le importe —sugerí a mi reservado salvador.

—Lo haré yo —respondió mirándome a los ojos penetrantemente—. Quiero conocer más sobre tu aldea. Yo nací aquí, así que siempre he sentido curiosidad por la Tierra.

—La verdad es que no hay mucho que contar —salí por la puerta de la gran cabaña de madera seguida por él.

De repente la niña rubia de antes se acercó a mí.

—¡Has vuelto Emma! —gritó mientras me abrazaba una pierna.

—¿Os conocéis? —preguntó Nathaniel sorprendido.

—Si —respondió Julie—. Somos amigas, ¿verdad, Emma? —me preguntó entusiasmada.

—Claro —contesté agachándome para coger su pequeña mano.

—¿Puedo hacerte una trenza? Tienes el pelo muy largo, me gusta mucho —dijo sonriendo.

—Tendrá que ser más tarde Julie—respondió Nathaniel con semblante serio—. Tiene que ir a su habitación.

—¿Puedo acompañaros por favor? —preguntó Julie haciendo pucheros.

—Está bien —respondió Nathaniel resoplando.

—¡Bien! —exclamó la pequeña agarrándome la mano.

Una sonrisa apareció en mi cara después de tanto tiempo. Me gustaba la compañía de esa pequeñaja.

Anduvimos durante unos minutos y nos detuvimos delante de una cabaña también de madera. Era de tamaño pequeño comparada con las demás que había visto por el camino.

—Siento que tengas que quedarte en esta cabaña, es la única que tenemos libre. Es un antiguo almacén, pero lo acomodaremos para que puedas dormir cuando caiga la noche —dijo Nathaniel con la misma seriedad que de costumbre.

—¿Pasa algo? —pregunté abriendo la puerta.

Una sola sala me esperaba dentro. Era cierto que estaba lleno de estanterías y cajas, pero no me importaba, podría dormir allí durante unos días. No tenía pensado quedarme mucho tiempo allí, tenía que volver a por Leo y a por los demás, lo había prometido.

CASSIOPEIA Parte 1 -COMPLETA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora