ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛᴡᴇʟᴠᴇ ☜

— Lo lamento tanto.

DaeGin negó, con una sonrisa levantó la cabeza para poder ver a YajaTzael, quien apenado sostuvo sus manos para ofrecerle infinidades de disculpas por lo que había sucedido la noche anterior. Había pasado todo el día practicando las disculpas porque de verdad que se sentía avergonzado y sus mejillas rojas eran su fiel testigo.

Más allá de eso, ambos sabían que, por más que lo intentaran y se gustaran, las cosas no se podían dar como ellos querían. Era entendible y DaeGin no lo iba a juzgar por eso porque solo no quería problemas con JiMin, así que prefería alejarse de él por mucho que le gustara.

— Me hubiera encantado tener algo contigo, ¿sabes, Nona? — Murmuró YajaTzael — Pero creo que eso no se va a poder... ¿cierto?

— YajaTzaelly, a mí también me hubiera gustado mucho tener algo contigo porque eres tan lindo, pero no quiero que tengas problemas con tu hijo — Sinceró — Y más sabiendo que los dos se aman tanto, así que prefiero alejarme de ti y que estés bien con tu hijo.

— Al menos dime que sentías lo mismo que yo.

Ella miró a YajaTzael con esa misma sonrisa, sintiendo ternura por la inocente pregunta se acercó para abrazarlo. Suspiró al apoyarse en su pecho y sentir su aroma, así pudo darle a entender que tenía los mismos sentimientos, que todo era mutuo y que hubiera amado tener algo bonito.

Debido a las diferentes circunstancias, tuvo que separarse porque estaban en el trabajo y Zael no estaba precisamente de buen humor, por lo que era mejor evitar algún regaño o despido. Sonriendo miró a YajaTzael, tomó sus manos en cuanto se alejó.

— ¿Amigos...?

YajaTzael bajó la mirada. Eso le dolía tanto porque ella le gustaba mucho y pensar en que solo serían amigos, eso no le gustaba, pero tampoco quería tener más problemas con JiMin. Suspiró un poco desanimado, con el corazón roto más bien, así le asintió con todo el dolor.

— Amigos...

A pesar de que dolía, ambos se sonrieron mutuamente antes de estrechar las manos como amigos, buenos amigos. DaeGin soltó una risita, le pellizcó levemente la mejilla y luego dejó la mano ahí, por eso él se apegó en busca de sentir más calor, más caricias que ya no tendría.

Aunque todo era muy bonito y sincero, bien se había mencionado que estaban en medio del trabajo y que Zael los podía cachar, eso fue justo lo que pasó. Éste salió porque hace como diez minutos había pedido su café y el informe diario de la fábrica, pero en vista de que ella nunca llegó, tuvo que salir a buscarla solamente para encontrarse con tal escena de película romántica.

Si de por sí ya había estado de malhumor por el mal trabajo de dos tipos a los que tuvo que despedir, a parte de que había discutido con Choi y de que no había dormido en toda la noche por preparar un maldito archivo, ahora también resultaba que su fábrica era el set de una película romántica.

De pésimo genio, más enojado de lo que había pasado todo el día, dejó caer al escritorio un kilo de carpetas, eso llamó la atención de ese par, quienes enseguida se separaron al verlo. Él empezó a aplaudir mientras se les acercaba con esa misma cara seria.

— Bravo, bravo. Faltó el beso final para terminar con broche de oro — Habló con ironía — Y... Dios, muero por saber cómo se llama este motel, digo, para reservarles una habitación.

— Señor Min, yo...

— Esto es una fábrica, no un parque en el que pueden estar de manito sudada, DaeGin. Peor estando en hora de trabajo, en el que se supone debería estar atendiendo sus labores — Informó — Si desean besarse, coger, salir, eso lo pueden hacer fuera de esta fábrica, no dentro y menos en horario de trabajo. Hay que ser profesionales, señores.