ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛʜɪʀᴛʏ ᴏɴᴇ ☜

— ¡JiMinie, buenos...!

— ¡No son buenos, no tienen nada de buenos! ¡Cállate, cállate!

TaeMin se escondió detrás de DoYoung, los dos vieron a JiMin y su malhumor, pero ese estado era peor que los demás. Estaba de tan mal genio, gruñendo entredientes mientras intentaba abrir la puerta del casillero a golpes solo porque no recordaba la clave.

— ¡¿Y tú qué me ves?! ¡¿Qué putas me ves?! ¡¿Quieres pelear, hijo de tu gran puta madre?!

— Madre mía. ¡JiMin, cálmate!

— ¡No! ¡Cálmate tú! ¡Yo estoy clamado!

DoYoung se apartó, se hizo rápidamente a un lado para evitar los libros que JiMin comenzó a lanzar. Uno de ellos le cayó a TaeMin en la cara, otro por allá al tal SeokJin y uno a TaeHyung, pues ellos iban pasando por ahí y se llevaron un regalito como recuerdo.

SeokJin sí se lo quiso devolver, pero TaeHyung lo agarró del brazo y rápido se lo llevó sin darle tan siquiera una mirada porque estaba traumado y ahora le tenía pánico luego de lo que pasó, pues el doctor le pudo haber dicho misa, pero él estaba seguro que eso no fue un sueño.

— ¡¿Y tú qué me ves?! ¡¿Quieres que nos agarremos a golpes?! ¡¿Quieres pelear?!

TaeMin, lamentablemente, se consideraba a sí mismo un mal amigo, pero no podía seguir ahí y ser testigo de la ira de JiMin tipo histeria, así que le dijo adiós y sin más salió corriendo porque amaba su vida, porque tenía mucho que vivir y porque, de ante mano, le tenía un miedo.

DoYoung, de su parte, decidió quedarse, no a intentar calmarlo porque en esos momentos no había poder humano que lo calmara, sino porque el día anterior no pudo ver la lucha libre y entonces podría aprovechar para verlo en vivo si es que JiMin decidía agarrarse con alguien ahí.

El único ser en esa tierra que podía tolerar, lidiar, calmar, comprender y entender a ese chico de extraña procedencia a parte de YajaTzael, era, sin duda alguna, Jeon JungKook. Lamentablemente, ese chiquillo estudiaba en otra universidad muy lejos de esa, así que ni cómo llamarlo.

— ¿Con quién te agarraste a golpes ayer?

— ¡Con un estúpido hombre con complejo de gatito culo gordo! ¡Lo odio, lo odio!

JiMin se dejó caer al piso y en busca de desquitar su ira, la rabia que sentía, agarró todos sus libros para hacerlos paste, para romper hoja por hoja en medio de gruñidos, de maldiciones porque estaba en un momento en el que no se aguantaba ni a sí mismo.

Si fuera por él, hace mucho que habría incendiado toda la maldita universidad con todas las personas dentro, pero como el maldito hijo de puta de YajaTzael le quitó cada rastro de lo suyo, ahora no podía hacer nada más que enojarse y quedarse con las ganas de mandar a todos directo al infierno para que se quemaran entre las llamas y lloraran lágrimas de sangre mientras suplicaran por que los sacara de ahí.

— Mira, mira, ahí viene tu galán.

— ¡Me vale verga!

— Con una chica... muy linda.

— ¿Qué...?

Dejó los libros de lado, se levantó rápidamente del piso para ver hacia donde DoYoung estaba apuntando, entonces observó a YoonGi entrar al pasillo con una chica muy bonita, ojitos rasgados. Parecía una gatita, pero ése no era el caso, el caso era que estaban tomados de la mano.

— Bien. Está bien... ¿sabes qué? Yo estaba en modo son de paz.

— ¿Sí?

— Estaba, tiempo pasado.