ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғɪᴠᴇᴛʏ ☜

— Excelente tiro. ¿Hay algo en lo que no seas bueno?

JimDae sonrió una vez se regaló halagos a sí mismo por lo bueno que era en el billar. El cigarro encendido quedó entre sus labios en vista de que tenía las manos ocupadas preparando de nuevo el taco de billar, puesto que debía tirar las bolas y ganar, aunque estuviera jugando solo. Ése no era el caso, el caso es que logró meter todas las bolas en los hoyos.

— ¿Qué haces aquí, precioso?

Buscó cambiar la punta del taco mientras sabía que YajaTzael estaba sentado en el sillón del rincón, observándolo fijamente. Hace, aproximadamente, cinco minutos que ese hombre estaba ahí, acechándolo como un león a una presa que debía comerse o matar sí o sí.

Dejó el taco de billar sobre la mesa, se dio la vuelta y estrelló el humo del cigarro en la cara de YajaTzael porque éste ya estaba frente a frente. Lo seguía viendo con tanta oscuridad, como si en sus ojos estaba el destino que le esperaba o como si él le tuviera miedo a ese destino.

— ¿Qué tienes que ver con la muerte de la familia Min?

Tras esa curiosa e interesante pregunta de parte de YajaTzael, él se cruzó de brazos y se apoyó un poco contra el filo de la mesa. Inevitablemente, llegó a sonreír lascivo, pero fue porque no sabía a qué se debía esa pregunta o qué YajaTzael tenía que ver con la difunta familia Min.

— Nada. ¿Qué tendría yo que ver con la muerte de la familia Min?

— No lo sé, es justo lo que yo quiero saber. ¿Qué tienes que ver en la muerte de la familia Min?

— Nada. No tengo absolutamente nada que ver con esa familia, ni la de terminaba.

Una vez dio su respuesta, se dio la vuelta para seguir jugando billar, pero ahora no había nada más que oscuridad, nada más que un habitación a oscuras en donde YajaTzael estaba frente a él, mostrándole el taco de billar segundo antes de hacerlo cenizas.

— Estás mintiendo, Park.

— Uh, me llamaste por mi apellido, Park. ¿A qué estamos jugando, pequeño Diablillo?

YajaTzael gruñó, no por el sobrenombre que le dio desde que era un niño, sino porque se estaba tomando a juego y broma lo que le estaba preguntando a cerca de la familia Min. No estaba con mucha paciencia, así que se lo terminaría llevando al Inframundo si no le decía lo que quería escuchar.

— No estoy jugando, JimDae. ¿Qué mierda tienes que ver con la familia Min? — Gruñó — Habla de una maldita vez, lo haces por las buenas o yo lo hago por las malas.

Mostrándose enojado sujetó a JimDae de la corbata, le regaló una mirada tan negra como la noche y tan brillante como el sol, le mostró que en esos momentos estaba dispuesto a hacer de todo por tener una respuesta que pudiera darle satisfacción. Lastimosamente, JimDae solo le sonrió y se soltó a fuerza de él.

— Recuérdame cuál familia, porque con eso de que he matado a muchos — Sé burló — ¿Familia Min? Déjame hacer memoria, a veces tengo cerebro de maíz.

Riéndose se alejó del menor, se dirigió hacia las ventanas y las abrió para espantar la oscuridad. Luego de eso, buscó servirse un trago para hacer más memoria y buscar en el baúl de los recuerdos cuándo había matado a la familia Min y el porqué, ya que eso fue hace muchos años y no mentía cuando dijo que tenía cerebro de maíz.

— Déjame darte una pista, el padre de la familia estaba en deuda con un mafioso y no tuvo el dinero para pagar tan grande suma — YajaTzael enfatizó — En vista de que no podría pagar, el jefe decidió cumplir sus amenazas y matarlo a él junto a su familia. ¿Te suena?