☛ ᴇᴘɪʟᴏɢᴜᴇ ☚

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— No será difícil... ¿cierto?

JiMin soltó un quejido de la pura frustración. Estaba acercándose a la universidad porque quería hablar con YoonGi, hasta llevaba cinta adhesiva por si ese estúpido chico no lo dejaba hablar como la otra vez. Estaba malditamente decidido a decirle, a gritarle que lo amaba, que era el dueño de su negro corazón y que sentía lo mismo.

No debían haber obstáculos, le diría que lo ama sí o sí, sin importar qué se interponga en su camino. Ya era momento de ser feliz con YoonGi después de tanto, aunque también debía ofrecerle disculpas por haberse mostrado tan enojado debido a los celos y todo gracias a esa tal Iu.

Si la falsedad tuviera cara, definitivamente, sería la de esa tipa.

Ese no era el caso ahora, ahora solo le importaba ir con YoonGi, abrazarlo, amarlo, decirle que quería ser su novio y hasta su dueño de ser posible. Decirle también que se quedó en Corea por él, porque lo ama y porque no fue tan difícil renunciar a todo por estar juntos.

— Bien. ¿Qué tan difícil podría ser...?

Tal vez al final resultaría ser un poco difícil. Poco a poco dejó de caminar cuando observó el alboroto que había afuera de la universidad, también los gritos y los flashes de cámara. Iu estaba ahí, tomándose fotos y firmando autógrafos a todo aquel que se lo pedía.

¿Qué hacía esa tipa ahí?

Cogió mucho aire para calmarse y no hacer una masacre en medio de tantas personas. De su bolsillo sacó un brazalete y con la respiración agitada se lo puso en la muñeca, también lo encendió y lo dejó en el último nivel. Las descargas eléctricas entonces comenzaron a hacerse presente en todo su esplendor porque detectaba enojo, ira, rabia.

Dolía como la gran puta, ya que era la primera vez que se ponía una de esas cosas, pero no era nada que no pudiera soportar. De esa forma podría mantener el control aunque sea un poco, tal vez lo suficiente como para no hacer un espectáculo y hacer que YoonGi lo odiara.

Entre su mano envolvió el brazalete, sí llegó a soltar una que otra lágrima por la magnitud de las descargas, mas eso no impidió que caminara directo a la entrada para esperar a YoonGi y hablar con él antes de que se fuera con esa estúpida, porque sabía que ella estaba ahí por él.

— ¡JiMinie!

Tensó la mandíbula, de malhumor se dio la vuelta para gruñirle a Iu cuando ella se le acercó y atrevida lo abrazó entre risas, como si fueran amigos o como si se conocieran desde hace mucho. Él de verdad que le gruñó con ganas de matarla ahí mismo, pero debía controlarse.

— Hola. ¿Cómo estás? YoonGi me dijo que no me dejara llevar por lo que aparentas, que eres un dulce.

Maldición.

Ella le jaló suavemente las mejillas como para intentar sacarle una sonrisa al menos, ya que se veía muy enojado. Él solo se preguntaba cómo es que ella podía tener la osadía de tocarlo sin su permiso, de tan siquiera acercarse a él, estaba intentando responderse eso.

ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora