☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴇɪɢʜᴛᴇᴇɴ ☜

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" Es tan... tonto "

JiMin suspiró al abrir los ojos y darse cuenta de que no importaba cuántas veces lo intentara, no podía conciliar el sueño incluso si ya eran las cuatro de la madrugada. Parecía tener insomnio, la falta de sueño era grande y eso lo frustraba.

No era la única frustración que tenía a decir verdad.

Soltando otro suspiro, siendo más cargado que los anteriores, bajó la mirada para fijarse en YoonGi. Éste estaba en el piso y en estado de coma, sin saber qué pasaba a su alrededor, bien envuelto entre las sábanas. Le puso unas colchas ahí para que se sintiera cómodo porque él no se hacía cargo de un dolor en la espalda.

Se acomodó boca abajo, en la mera orilla de la cama y sonrió un poco cuando comenzó a dejar caricias en ese rubio cabello. En medio de la oscuridad podía notar la silueta en posición de feto en la que YoonGi estaba, tal parece que así dormía.

— ¿Por qué sigues insistiendo? ¿No ves que debo irme? ¿No te das cuenta de que tengo una vida lejos de aquí? — Susurró — ¿Cómo te hago entender que me iré para siempre, que ya no me volverás a ver? Dime cómo te hago entender eso.

Otro pesado suspiro, cargado de tanta frustración, de tanta indecisión y de tantos pensamientos que le carcomían la cabeza. En silencio se deslizó hacia el piso y con cuidado se acostó en las colchas en las que YoonGi estaba.

Lo abrazó por la espalda, se pegó lo mejor que pudo, enterró la cara en ese cuello y aspiró su suave aroma. Le metió la mano bajó la camisa para hacerle mimos en el estómago, pues sabía que le gustaba mucho eso.

— No quiero romper tu corazón... por eso no sé cómo decirte que en Francia tengo a alguien que me espera — Refutó — A alguien a quien amo tanto, pero también te... también amo este lugar y no quiero irme.

Maldición.

Era tan jodidamente difícil. Todos lo juzgaban por el terrible rechazo a YoonGi, pero nadie se detenía a preguntarle el porqué lo trataba de esa forma. Él podría responder que su estancia ahí era temporal, que muy pronto se iría a casa, al lugar en donde había crecido. También podía decir que no quería dejar corazones rotos, tampoco falsas promesas, mucho menos ilusiones que no pasaban de eso.

Si él se fuera, prácticamente, él no tendría la culpa de que YoonGi quedara con el corazón hecho mierda, no sería su culpa porque por eso lo ha estado rechanzando, diciéndole de mil maneras que no siente lo mismo, que debe volver a Francia y que nunca volverá a Corea.

Allá en Francia dejó a un amor, a una persona que lo terminó por ser tan celoso, tan posesivo y tóxico. Ese amor le había dicho que lo amaba, pero que las cosas no estaban funcionando si ni siquiera dejaba que sus amigos se le acercaran.

Días antes de irse de Francia, le rogó a esa persona por que le diera una última oportunidad, que esta vez sí iba a cambiar y que regresaría un JiMin nuevo, listo para tener algo otra vez. Ese chico aceptó, creyendo en su palabra, pero entonces todo cambió.

Lo amaba tanto, estaba tan aferrado a él que con unos días ahí en Corea logró olvidarlo poco a poco. Aún seguía pensando en él, pero porque no sabía qué decirle el día que regresara a Europa, porque no sabría cómo decirle que ese amor ya no estaba o tal vez sí, pero no tanto.

— Tenía que conocer a este estúpido... lugar.

Por otro lado, también estaba agradecido con Corea, porque gracias a ese lugar, a las personas y a todo pudo distraerse, no pensar en ese amor francés porque, como ya le había dicho a YoonGi, odiaba las relaciones a distancia debido a su lado celoso y posesivo.

ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora