☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғᴏᴜʀᴛᴇᴇɴ ☜

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— Buenas noches a ti también.

JiMin dejó de caminar tras el comentario irónico de YajaTzael. Había entrado a la casa sin saludar o algo y solo había querido irse a su habitación a descansar, por eso también había ignorado al mayor cuando éste estaba en el comedor terminando de hacer unos cuantos trabajos.

— Buenas noches.

— Ven aquí.

— Tengo que...

— Que vengas, JiMin.

Él estrelló el puño contra la pared, enojado dejó el bolso en el piso para darse la vuelta y caminar hacia el comedor en busca de escuchar lo que YajaTzael quería decirle. De brazos cruzados se sentó frente a éste, mas no le dio ni una sola mirada, prefería ver mejor el piso gastado.

YajaTzael suspiró, cansado física y mentalmente se quitó los lentes para masajearse el puente de la nariz. Estresado lo miró en silencio para ver si al menos era capaz de darle una mala mirada.

— ¿Qué quieres, YajaTzael? Estoy cansado.

— ¿Y crees que yo no? Yo también estoy cansado, pero igual quiero resolver estos problemas contigo — Comentó — JiMin, habla conmigo, dime qué pasa. Puedes confiar en mí como...

— ¿Confiar en ti? ¿Todavía puedo hacerlo? ¡Me traicionaste!

— ¡No me levantes la voz, Park JiMin!

— ¡¿Y cómo quieres que hable, Park YajaTzael?!

Él estrelló la mano contra la mesa por el atrevimiento de JiMin, entonces éste también hizo lo mismo. Los dos se mostraban enojados con el otro y era algo que se notaba en la forma en cómo se veían, en la que actuaban.

El menor se volvió a cruzar de brazos con los ojos en el piso y él dejó los reportes a un lado para ponerse de pie e irse al pequeño sofá. Estando ahí se restregó la cara con las manos para alejar el estrés y el cansancio, tanto emocional como físico.

— Ven aquí. Siéntate.

— ¿Podemos dejar esta conversación para...?

— No. No podemos, así que ven aquí.

— No quiero.

— JiMin, por tu madre, no me hagas enojar y ven aquí.

— ¡¿Por qué?!

— ¡Porque yo te lo ordeno, porque soy tu padre!

— ¡Desgraciadamente!

— ¡Y desgraciadamente tú eres mi hijo!

Wow.

Los dos ahí eran culpables por las cosas que estaban diciendo solo porque se estaban dejando llevar por el enojo, por las emociones que, gracias a que eran iguales, llegaban a compartir. Ambos se estaban portando de la misma forma, soltando las mismas palabras hirientes para con el otro, eso hacía que uno no fuera menos culpable que el otro.

JiMin apartó nuevamente la mirada con unas grandes ganas de llorar, su mentón temblaba y un nudo en la garganta ya estaba formado. YajaTzael, por otro lado, enojado por todo aventó la mesita antes de ponerse de pie para ir con él.

— Quiero que te levantes y te sientes allá.

— No quiero.

— ¡Es una maldita orden!

— ¡Oblígame!

— ¡¿A caso crees que no puedo obligarte, Park JiMin?! ¡¿Crees que porque te he mimado no puedo darte una calentada?!

ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora