ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғᴏᴜʀᴛʏ ᴛʜʀᴇᴇ ☜

— ¡Esto será muy divertido!

— Yo... no lo creo.

YoonGi se metió las manos a los bolsillos de su chamarra, suspirando decaído miró a sus amigos, porque realmente creía que en su estado no podría divertirse o distraerse, incluso si era estando en el parque de diversiones. Ese era su lugar favorito, pero para ser sinceros, ese lugar había perdido la chispa ahora que estaba triste.

Le agradaba saber que sus amigos habían querido levatarle el ánimo llevándolo ahí, pero ni siquiera sentía una pizca de emoción por ver sus juegos favoritos. Todo había perdido el valor para él, excepto el amor que seguía sintiendo por JiMin, eso era algo que jamás dejaría de sentir.

— Chicos, yo creo que esto no es una buena idea, ¿saben? — Sinceró — Y no quiero arruinarles esta noche, de verdad.

TaeHyung le negó, sonriendo en grande lo abrazó con todo el amor del mundo, le dejó un besito en los labios y con esa misma sonrisa le agarró la mano. SeokJin, de su parte, rió al ver sus juegos favoritos desde la lejanía y ya moría por subirse a todos como siempre hacían.

— No seas tan pesimista, YoonGi. ¿Por qué no mejor vas a comprar muchos tickets? Tengo planeado que nos subamos a todos — Sonrió — Esta noche es de diversión, no de tontos problemas amorosos, así que ve y compras muchos, ¿está bien? Aquí te esperamos.

— Pero...

— Anda, anda.

YoonGi suspiró, sin ánimos le hizo caso y se fue a comprar los dichosos tickets para iniciar la noche de diversión. TaeHyung entonces comenzó a chillar, al igual que él cuando YoonGi se alejó y pudieron quedar solos como unos buenos cómplices, con sus propios secretos.

— Ahora que por fin abrió los ojos y se dio cuenta de que ese estúpido no le puede corresponder, es hora de hacerlo.

— ¿Estás completamente seguro? No quiero ser pesimista, pero...

— No te preocupes. Hasta me puse más bonito para que él se fije en mí.

TaeHyung sonrió suave, suspirando volteó a ver hacia en donde YoonGi estaba haciendo fila para comprar los cupones. Odiaba verlo de esa forma tan apagada cuando era un rayo de luz que iluminaba los corazones de quienes lo amaban, incluyéndolo.

— A pesar de que me ve como un hermano, tengo la esperanza de que me dé una oportunidad para conquistarlo.

— Vas a ver que podrás hacerlo. Eres un chico hermoso, tierno, amable, inteligente.

— Lo sé, solo quiero hacerlo feliz y hacer que olvide a Park JiMin.

SeokJin lo tomó de las manos, los dos se sonrieron con emoción porque el momento por fin había llegado y era justo el indicado. Ya lo habían planeado los dos porque eran cómplices y solo entre ellos sabían de ese enamoramiento secreto y, podría decirse, prohibido.

— Saca la rosa, tu lado poeta y suerte.

— No te vayas. Tú debes ser testigo de esto.

— ¿Seguro?

— Tú me has ayudado en todo, necesito que estés aquí.

Los dos se abrazaron entre risas y sonrisas, entre complicidad y secretos que compartían. Se tomaron fuerte de las manos porque ese era el momento que tanto habían esperado y realmente se podía notar la gran amistad que se tenían, porque eran ser testigos de un amor de años que para fin podría salir a flote.

— Aquí están los dichosos boletos.

— ¡Genial!

— Hay algo que yo primero debo decirte, Yoonie.