— Buenos días, señor Min.
— Buenos días, señor Min.
— Buenos días...
— Serían mejores si no tuviera que verlas con un traje de oficina tan corto.
Zael se quitó las gafas de sol para ver de ceja alzada a tres de las secretarias que siempre estaban en la entrada del pasillo para darle la bienvenida. Él las escaneó de pies a cabeza para evaluar las faldas tan cortas y las camisas muy escotadas, un traje muy poco formal para presentarlo en medio de tantos hombres en donde la mayoría no sabía respetar.
— Creí que ya les había dado indicaciones acerca de su uniforme. Dije que no quería faldas más arriba de las rodillas, ni camisas que mostraran de más — Enfatizó — Unas no traen medias, otras no tienen el saco puesto y yo me pregunto para qué carajos las contraté.
Las tres chicas bajaron la cabeza ante el cruel regaño, pero él no se hubiera tomado la molestia de hacerlo si no le cayera pésimo que hicieran las cosas que él no pidió, que pareciera que su palabra no era tomada en cuenta por sus propios trabajadores.
— No voy a esperar hasta mañana para que ustedes se dignen a utilizar el uniforme correcto — Aclaró — En treinta minutos las quiero con el uniforme que yo les asigné si no quieren ser despedidas desde ya.
— Pero...
— Sí hubiera querido secretarias que muestran más de lo que deberían, hubiera contratado mejor a unas putas — Espetó — No lo hago porque creo que ustedes harán bien su trabajo y no me refiero a seducir a los hombres.
— Sí, señor Min.
Tras haber dejado en claro lo que él pensaba y lo que quería, se dirigió directamente para su oficina. Para eso debía pasar por el escritorio en donde estaba su secretario, por lo que al llegar le dejó caer unas cuantas carpetas ahí y sin decir nada entró a su oficina.
— ¡Park, ven aquí!
Irritado, amargo por el mal momento que esas tipas le hicieron pasar, se desabrochó el saco antes de dejar su portafolios sobre su escritorio de cristal. Suspirando se sentó frente al computador mientras su secretario entraba a su oficina luego de tocar.
— ¿Necesita algo, señor Min?
— ¿Para qué preguntas si ya sabes lo que quiero? Dame el reporte de ayer y espero que esté bien — Exigió — Y no te acerques tanto que tu sola presencia me estorba, Park, es... asqueroso tener que verte.
Bien.
Muy bien.
YajaTzael se mordió la lengua no sólo por la forma en la que le habló, sino también por la pequeña descarga eléctrica que sufrió a causa del brazalete en su muñeca. Sin decir nada dejó una carpeta negra frente a él para que revisara el bendito reporte.
— Aléjate ya, no te acerques.
Haciéndole una seña con la mano para que se mantuviera a distancia de él, empezó a valorar el reporte diario. Se puso los lentes para ver todo mejor y que no se le pasara algún detalle, eso mientras YajaTzael lo maldecía en mil y un idiomas por ser tan grosero y tosco.
— Esto está mal, a esto le falta una cifra, esta es incorrecta, esto está incompleto y yo te puedo despedir, Park — Informó — ¿Cuándo serás el día en que hagas algo bien? ¡En esta fábrica no hay incompetentes y tú no serás la excepción!
Maldición.
De pésimo humor, peor que antes, aventó la carpeta al piso porque esa porquería estaba mal hecha. Enojado se puso de pie para acercarse a YajaTzael, serio lo miró de brazos cruzados, de ceja alzada, como si estuviera respondiéndose el porqué carajos lo contrató siendo tan inservible.
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ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ
Fanficʟᴏs ᴍɪɴ ᴇʀᴀɴ ᴘᴇʀғᴇᴄᴛᴏs, ᴘᴇʀᴏ ᴜɴᴏs ᴘᴇʀғᴇᴄᴛᴏs ᴘʀᴇsᴜᴍɪᴅᴏs, ᴀʀʀᴏɢᴀɴᴛᴇs, ᴇɴɢʀᴇɪᴅᴏs ʏ ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏsᴏs. ᴛᴇɴᴇʀ ǫᴜᴇ sᴏᴘᴏʀᴛᴀʀ ᴀ ᴅᴏs ʜᴏᴍʙʀᴇs ᴄᴀᴘʀɪᴄʜᴏsᴏs ᴛɪᴘᴏ ᴀᴄᴏsᴀᴅᴏʀ ᴄᴏᴍᴏ ǫᴜᴇ ᴇʀᴀ ᴛᴏᴅᴀ ᴜɴᴀ ᴘᴇsᴀᴅɪʟʟᴀ ᴘᴀʀᴀ ʟᴏs ᴘᴀʀᴋ. ʏ ᴘᴀʀᴋ ʏᴀᴊᴀᴛᴢᴀᴇʟ sᴏʟᴏ... - ¡¿ᴄóᴍᴏ ᴄᴀʀᴀᴊᴏs ᴇɴᴛʀᴀsᴛᴇ...