ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛʜɪʀᴛʏ ☜

Por el carajo más alto de todos los barcos.

— Creí que Choi había matado a todos tus amantes.

— Si tantos quieres que mate a mis amantes, venga que le doy tu nombre.

Zael miró mal a SeYeth, jodidamente enojado porque no superaba la confusión de la tarde y había pasado todo ese tiempo reclamándole qué mierda. Ya por eso es que se había puesto de malhumor y para terminar con broche de oro, Choi lo iba a llevar a cenar y luego a dis que hacerle el amor toda la noche.

Presionó el número de piso en el que quería llegar, entonces las puertas del elevador se cerraron y fue justo ahí cuando SeYeth lo agarró de la cintura con toda la intención de besarlo y decirle con eso que quería follárselo en el elevador como castigo, pero como no estaba de humor para nada, lo terminó empujando para que se alejara.

— Que el que debería estar enojado soy yo, no tú, ¿eh?

— A ver, quiero que me expliques por qué deberías estar enojado si tú sabes que no eres el único para mí.

— Tal vez no el único, pero sí el mejor.

— Pobrecito, juras.

Él se cubrió la boca con una sonrisa por eso, porque era algo que YajaTzael siempre decía con burla y ahora parecía que se le estaban pegando sus mañas. Negó divertido por ello, ya que YajaTzael le parecía un hombre tan extra, tan divertido y burlesco como malhumorado y gruñón.

Era solamente Park YajaTzael, tan único como inigualable.

— ¿Y puedo saber de dónde sacaste a ese tipo?

— No. No puedes.

— Estoy hablando en serio, Zael. Creí que habías reducido a tus amantes — SeYeth comentó — Con eso de que tu marido está de cacería por doquier.

— ¿Es que le tienes miedo o qué?

Él se echó a reír mientras negaba a la mala broma de Zael. Tenerle miedo a Choi era tan falso, el tipo tenía poder y todo, pero él podía matarlo en un dos por tres y sin problema alguno, así como podía matar fácilmente a ese tipejo llamado Park YajaTzael.

— ¿Sabes qué? No me vuelvas a llamar para un polvo, a menos que dejes a todos tus amantes — Sonrió — Y que aceptes que yo te lo hago mucho mejor que ese tal YajaTzael, puedo demostrártelo.

Con esa misma sonrisa intentó acercarse a Zael, mas éste nuevamente lo alejó empujándolo con la mano en el pecho. Se cruzó de brazos antes de verlo con tanta burla en esos ojitos de gatito bonito, así le sonrió tan malditamente burlesco.

— Es que ése es el caso, SeYeth... que para ti yo soy tu único amante, pero para mí tú no eres mi único amante.

Luego de eso, le tiró un besito al mayor con la misma burla de antes, se descruzó de brazos para apoyarse en el tubo del elevador mientras se veía en el espejo para acomodarse su bonito cabello de colores. SeYeth, de su parte, se enojó tanto con él por sus tantas burlas.

Quiso, de una u otra manera, hacerle entender que era mejor que todos, que podía darle todo y más sin pedirlo hasta hacerle entender que no necesitaba a nada más como amante cuando ya tenía todo, pero en ese momento justamente la puerta del elevador se abrió y entró justo la persona que había agarrado como enemigo.

Park YajaTzael entró con esa sonrisa que tuvo al entrar a la oficina de Zael, se hizo a un lado de él y se apoyó en el espejo de brazos cruzados. Entonces lo miró y le guiñó el ojo como para torearlo, cosa que sí funcionó y si no fuera porque Zael se metió entre los dos, se habría echado a golpear a ese imbécil.