ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴ

☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғᴏᴜʀᴛʏ sᴇᴠᴇɴ ☜

— ¿En dónde está Min Zael?

— ¿Usted qué es del paci...?

— ¡¿En dónde está Min Zael?! ¡Me lo dices ahora o te mando al infierno?!

YajaTzael le gruñó a la enfermera que estaba en estadística. Estrelló la mano contra la barra y rajó la madera por la fuerza, luego volteó a ver al guardia que se acercaba al verlo enojado, pero con solo una orden ya se lo estaban llevando lejos de ahí para que no se llegara a interponer en su camino, porque de que veía a Zael, lo veía.

— ¡¿En dónde?!

— ¡Bomboncito!

Dejó de gruñir, sus ojos volvieron a la normalidad al escuchar la voz de YoonGi. Señaló a la enfermera porque ya la tenía en su lista de espera, después se fue hacia en donde YoonGi lo estaba esperando, que era cerca del elevador que llevaba a los pisos de arriba.

— ¿Cómo está?

— Está en Terapia Intensiva. Tuve que donarle sangre porque había perdido mucha — Respondió el menor — El animal de Choi lo golpeó como si hubiera querido matarlo...

Hizo un mohín cuando las luces del elevador empezaron como a parpadear y el elevador mismo a temblar, como si se fuera a trabar o algo. Se sujetó de los tubos y miró lo enojado que YajaTzael estaba, de seguro él estaba provocando eso, así que debía calmarlo.

— Lo importante es que mi tío está bien... o la menos eso creo.

Soltó un grito cuando el elevador ahora sí se detuvo por completo, se pegó al espejo y riendo nervioso observó cómo YajaTzael rompía el otro espejo con el puño que estrelló entre gruñidos. Se notaba tan enojado y el ambiente se sentía tan pesado, malas vibras, otras presencias.

— ¡Bomboncito, deja de invocar a tus demonios... Ave María Purísima!

Lamentablemente, su falta de valentía lo hizo gritar como un niñito en cuanto YajaTzael puso su oscura mirada, en cuanto sus ojos estaban completamente negros, como en las películas de terror cuando alguien estaba poseído. Lo peor es que el elevador temblaba y él solo quería subirse a los tubos para hacerse chiquito.

— ¡Enójate con Choi, no conmigo!

Era obvio que Choi tenía una cuenta pendiente con YajaTzael y era algo que se la iba a cobrar en ese mismo instante, pero primero necesitaba ver a Zael y ver qué tan mal lo dejó ese malnacido. De tan solo pensar en que había sido golpeado salvajemente, en que un pobre mortal había tenido la osadía de tocarle un solo pelo, eso hacía que el infierno agarrara más fuego.

— Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu... No. Eso no era.

YoonGi intentó recordar qué era lo que él le había dicho que hiciera cada vez que se pusiera así. Pensativo empezó a jugar con el collar que le regaló mientras intentaba encontrar ese recuerdo de qué era lo que le había dicho, es que en ese momento tenía cerebro de arroz y como que no pensaba mucho.

— Disculpa, bomboncito, ¿qué me habías dicho que hiciera cada vez que te pusieras así?

YajaTzael le gruñó bien feo, desde lo más profundo de la garganta. Lo sujetó del cuello y lo estrelló contra la pared, después lo alzó en el aire mientras le cortaba el oxígeno solo porque estaba fuera de sí debido a la ira que sentía, que lo invadía porque alguien se había atrevido a tocar a Zael.

Se cabe mencionar que el cuerpo humano era una de las porquerías más grandes y débiles que existía en el mundo y que algo tan básico como ese cuerpo de carne no podía soportar algo tan grande como la ira del mismo mal, es por eso que de la nariz estaba empezando a salir sangre, porque el cuerpo no resistía tanta ira.