☞ ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴛᴡᴇɴᴛʏ ᴏɴᴇ ☜

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— ¿Te comiste mi desayuno?

— Sí. Pensé que ibas a entretenerte hablando con tu sexy prometido.

— Pero, pe-pero...

— Sí, sí. Como sea, da igual, ¿a quién le importa?

— ¡Eres un maldito atrevido! ¡La comida es sagrada!

— Tan sagrada como tu culo y aun así me lo comí.

Zael chilló, enojado agarró a YajaTzael del cabello para jalonearlo por jodido atrevido. Solo se había ido al baño para maquillarse un poco y ocultar las marcas en su cuello, solo también se puso la camisa para dormir y ocultar las del pecho, salió y su desayuno ya no estaba.

— Yo en serio te odio, Park. ¡Eres un maldito!

— No, hombre, el sentimiento es mutuo, señor Min.

De malhumor porque se quedó con hambre, se fue a su cama y con el entrecejo fruncido agarró su celular para devolverle la videollamada a Choi. Ya tenía más de veinte mensajes nuevos, como diez llamadas perdidas y de seguro ese hombre estaba imaginando que estaba haciendo una orgía o algo.

Mientras ese tipo se dignaba en responderle, se acomodó el cabello y la camisa, luego se acostó boca arriba sobre la cama para acomodar la cabeza en las almohadas. Sujetó el celular entre su mano y lo apoyó en su tórax para que no se viera nada raro.

— Qué sexy es, señor Min.

Él volteó a ver mal a YajaTzael y esa sonrisa estúpidamente burlona. Sabía que lo estaba molestando porque se había dejado follar luego de que había dicho de que le dolían las caderas, eso no le importó cuando su cuerpo se calentó y al final le terminó rogando a YajaTzael por que se la metiera hasta el fondo.

— Cállate...

Vaya. Hasta que mi prometido decidió llamarme.

Bien.

Está bien.

Antes que nada, le dio una intensa mirada a YajaTzael para suplicarle que no saliera con alguno de sus comentarios y terminara cagándola. La sonrisa lasciva de YajaTzael como que le dio más desconfianza y algo muy dentro de él le decía que más de alguna pendejada iba a terminar haciendo, pero concentrándose en el lado positivo que no tenía, bajó la mirada y le sonrió de forma forzada a Choi.

— Cariño, sabes el incidente que tuve. Vine tarde al hotel, no he dormido bien últimamente y la cama es suave, pasé directo — Comentó — Y ya sabes también que siempre me gusta verme bonito para ti. No iba a dejar que me vieras todo desaliñado.

Tú te ves hermoso para mí siempre, desaliñado o no.

Aww...

— Sí. Este... lamento no haber respondido antes, me costó alejarme de las sábanas — Rió — Pero yo estoy bien, logré conciliar el sueño luego de que la tormenta bajara.

— Por eso también te llamé, porque sé que le temes a la lluvia, amor.

— Aww...

— Bueno, yo...

¿Puedo saber quién está contigo, Zael?

Tras la pantalla, Choi lo miró enojado, con un trago en la mano y un cigarro en la otra, no se mostraba precisamente de buen humor. Él, por su lado, volteó a ver al desgraciado de YajaTzael porque le había advertido desde antes que no saliera con sus pendejadas, pero como ya había pensado, YajaTzael sería un amante con problemas incluidos.

ᴍɪɴ's ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ☞ ʏᴀᴢᴀᴇʟ/ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora