Doyeong, quien se había quedado dormido después de amamantar a los niños hasta el amanecer, frunció el ceño cuando escuchó la voz de alguien y sintió la luz del sol golpeando su rostro.
Aunque los niños tenían cinco meses de nacidos y crecían a un ritmo diferente al de los humanos, todavía tenían que comer con frecuencia por lo que hizo lo mejor posible para exprimirse tanta leche como pudiera en una cantidad de tiempo bastante alarmante. Por eso, tardó mucho en hacer que los tres estuvieran llenos, estuvo en vela en la madrugada y tomó una siesta rápida después de ver la manera en la que salía el sol. Era una pena perturbar este sueño tan rápido.
"Un poco más..."
Estaba luchando por dormir de nuevo, pero de repente se despertó por un olor diferente al de su recámara o sus cobijas.
Entonces Doyeong saltó, en un completo estado de shock, rápidamente se alisó el cabello y se arrodilló buscando la lámpara de noche.
"¡Lo siento! Sé que me dijiste que los horarios eran diferentes en la mansión y..."
Pero mientras Doyeong ponía excusas, se dio cuenta de que la persona que estaba al lado de su cama no olía a tigre.
La figura del hombre que estaba de espaldas a la ventana apareció en su campo de visión en un segundo, pero de hecho fue difícil identificar inmediatamente su rostro debido a las tonalidades tan diferentes entre la ventana, la cortina y el interior. Entonces, instintivamente, los ojos de Doyeong cambiaron a los de un gato y su pupila negra, en el medio de sus iris azules, crecieron en tamaño para aceptar la luz y poder enfocar:
"¿Quién...?"
Doyeong, quien finalmente se dio cuenta de que la persona que lo despertó no era el tigre, rápidamente acercó a sus bebés, los cubrió con una manta y se levantó como para buscar el interruptor o la puerta. El extraño que se acercó un poco más a la cama dijo: "Shhhh."
"Oye, shhh. Tranquilo. Está bien. Sé que los niños existen ¿De acuerdo? De hecho, voy a ser el maestro de Doyeong a partir de ahora. Vine a presentarme".
Las sombras retrocedieron, revelando su rostro. Y Doyeong, que había estado mirándolo en silencio todo este tiempo, rápidamente bajó los ojos y se disculpó. Estaba avergonzado, primero que nada, por la intrusión de un extraño y segundo porque se suponía que estaba desobedeciendo todas las órdenes del tigre. Hablaron, hicieron contacto visual sin permiso e incluso vio a los bebés. Si Seohan se enterara de esto, era posible que recibiera mucho más que algunas heridas en la cara.
El maestro se rió cuando vio a Doyeong temblar:
"Puedes mirarme. También puedes hablar."
"..."
"Estoy aquí con el permiso de su familia".
"¿De verdad?"
Se alegró mucho de escuchar lo que dijo el maestro porque eso significaba que finalmente había una persona y un lugar donde podía dejar de sentirse tan apretado. Pero cuando el hombre vio a Doyeong levantar la cabeza y hacer una pregunta como si hubiera estado esperando por este cambio desde la primera vez, hizo una expresión extraña para combinar una sonrisa y una mueca.
"No, no. ¡Deberías sospechar un poco más de mí! No parezcas demasiado feliz con cosas como estas y por favor, baja un poco más la voz. Siempre debes mantener la calma y guardarte tus pensamientos para ti mismo."
"... Ya."
"De ahora en adelante, trabajaré para corregir el comportamiento del prometido de mi señor para que se ajuste a la tradición de su familia. Espero trabajar contigo perfectamente de ahora en adelante."
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Un gato viviendo en la guarida de un tigre.(Traducción Finalizada)
FanfictionDo-yeong, un "hombre gato" que está comprometido con Seo-han, el jefe de la familia Lee, la más prestigiosa de las familias felinas del país, dio a luz a tres encantadores bebitos mientras su futuro esposo se encontraba en un viaje de negocios basta...