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La mansión estaba literalmente sumida en un CAOS PURO.

La policía se había apresurado a reunir a todas las personas que se encontraban dentro de la casa de Seohan para ese momento. Se instaló una línea de control de acceso cerca del edificio, otra más en el jardín, y el resto en la habitación donde encontraron el cadáver. Además, todos los que estaban trabajando o viviendo en la casa principal para ese momento, fueron descartados de la primera investigación para hacer que solamente se dedicaran a murmurar o tomar fotos frente a las ventanas, sin saber realmente qué hacer o qué pensar de todo esto. Por supuesto, la sorpresa de Naryeong, la matriarca de la casa, fue la mas impresionante de todas las que se habían registrado: Ella había llamado a Jinryeong para que viviera en su casa así que no parecía poder comprender todavía lo que había sucedido. Se veía completamente devastada, lloraba a gritos, se tiraba al piso, casi al borde de desgarrarse la tela del vestido y comenzaba a hablar de lo asqueroso que era que su amado sobrino, tan joven y tan enfermo, fuera asesinado justo frente a sus narices, por quién sabe que tipo de persona loca.

Doyeong estaba detrás de la ventana para ese entonces, arrullando a su bebé mientras veía como los empleados se apiñaban frente al salón, susurrando para callarse cuando se daban cuenta de la mirada tan penetrante del gato apuntando directo a sus caras. Los empleados lo miraban por un momento, luego rápidamente bajaban la cabeza y le daban una reverencia que se sentía inquietante y que le hizo chasquear la lengua antes de comenzar a insultar con palabras que Seohan en realidad nunca había escuchado hasta ahora.

"Carajo, como si yo pudiera..."

"Hey, mírame." Giró a Doyeong y le hizo mirarle a la cara. "La policía va a tomar un par de declaraciones en unos momentos. Comenzaran revisando a todos los empleados en orden de lista, y luego haran lo mismo con los familiares que entraron a la propiedad o que pasaron la noche aquí con nosotros. Después de que pasen contigo, te vas directamente a la habitación y le pones llave a tu puerta ¿Está bien?"

"... Sí."

"Y por el momento, no hables con nadie, sin mí. Ni siquiera con los empleados. Quédate lo más neutral que sea posible."

Do-yeong, que nunca pensó volver a recibir nuevamente las instrucciones de "no hablarle a nadie sin el permiso de Seohan", asintió con la cabeza porque entendió que ahora era diferente.

"La única persona que puedes ver es al señor Joo, y solo puedes dejar que él entre, cuide a los niños y te entregue la comida directamente. Escucha...Voy a tener que dar mi testimonio de lo que pasó anoche en un segundo así que voy a tener que irme. Dame al bebé, sigue a todos, mantente cerca y sube cuando sea posible."

"... ¿Está muy mal?"

"... Si hubieras pasado más tiempo con Woon, tendríamos una coartada más sólida para ti pero, el caso es que ahora están presionando mucho porque apareció en nuestra sala."

Seohan, que estaba hablando más de lo habitual, intentó parecer relajado delante de él pero era obvio que estaba extremadamente preocupado por todo este asunto. Sin embargo, la mansión por si misma era tan increíblemente amplia que no podía alcanzar a contar la cantidad de residentes y empleados que salían de allí cada día y por supuesto, eso también significaba que no había mucho sentido en la historia de un "gato asesino" que andaba por allí con un arma cuando parecía completamente preocupado en sus niños como para poder hacer cualquier otra cosa.

Entonces, la confusión en la mansión continuó durante mucho tiempo después de que se despidieron. Los empleados estaban ocupados mezclándose con los policías, y la familia, desconcertada, seguía asustándose, temblando y llorando incluso ante el menor estímulo como si todo lo que les pasara les recordara a Jinryeong.

Un gato viviendo en la guarida de un tigre.(Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora