Quizá, debido al efecto de la droga inyectada en exceso, el celo de Doyeong no terminó ni siquiera después de dos semanas de espera. Por supuesto, lo más conveniente en ese caso sería tomar un supresor que pudiera contrarrestarlo, pero, todavía se resistía a hacerlo porque escuchó del doctor que el medicamento estaba hecho con hormonas muy fuertes que en definitiva no eran buenas para el bebé. Le recetaron algo muchísimo más suave, le dieron un botecito de analgésicos que eran administrados en la lactancia, lo dieron de alta del hospital, e inmediatamente después, Doyeong fue llevado de nuevo a casa.
Seohan, quien regresó antes que él, intentó hablarle para encontrar una solución rápida pero, resultó que el gato había terminado por cerrar la puerta de su habitación con llave. En otras palabras, le estaba diciendo que definitivamente no iba a aceptar su idea de curarse teniendo sexo.
"Toc, toc."
"..."
"¡Toc, toc!"
¡El gato estaba increíblemente frustrado de estar conteniendo su celo!
"Toc, toc, toc, toc, toc."
Y así de nuevo, tocó una y otra vez hasta que Doyeong terminó por estampar su cabeza entre las manos.
Acababa de salir de la ducha así que ni siquiera se había secado el cabello correctamente. Doyeong no respondió a su llamado y en su lugar, se dedicó únicamente a secarse con una toalla de mano que había dejado en su cama con anticipación. Apartó un par de mechones de su cara, se miró en el espejo un momento y entonces, se escuchó una voz completamente descarada afuera de la puerta que gritaba:
"¡Ya déjame comerte!"
"..."
Así que ¿En serio? ¿¡¡Empezar una conversación diciendo la palabra "comer"!!? Sin embargo, aunque el sonido se sintió bastante absurdo, también fue tan en serio que Doyeong resopló y se cubrió la cara con las dos manos de nuevo. Para ser completamente honesto, después de ser dado de alta del hospital, Seohan se había vuelto tan amable y tan malditamente comprensivo que pareció que ya no había manera de que cambiara a la naturaleza que tenía antes. Y podía decirse que después de todo lo que había pasado entre los dos, Doyeong estaba empezando a convencerse de que, cuando el tigre decía que "lo amaba", realmente estaba hablando tan enserio que no podía evitar que le latiera el corazón como todo un adolescente.
"Debo estar loco..."
"TOC, TOC."
Pero Doyeong todavía no había respondido a su llamada así que Seohan tocó a la puerta un poco más fuerte que antes.
Entonces, completamente molesto por el ruido, se levantó, caminó y abrió la puerta de par en par pero... Resultó que no había nadie delante de él. Elevó una ceja, asomó la cabeza fuera de la habitación, y se encontró con que Seohan, que estaba apoyado contra la pared del pasillo, le sonreía con fuerza (como si su plan hubiera funcionado) justo antes de apresurarse y entrar en la habitación sin importarle empujar al avergonzado Doyeong en el proceso:
"¿En serio? Seohan, te dije que no podemos vernos por ahora ¿Es tan difícil de entender para ti? No he tomado ningún medicamento para el celo, así que todavía me siento..."
"Doyeong, he estado pensando en ello muy seriamente". Interrumpió "Y ya sé qué hacer."
"Creo que es mejor que no me lo digas".
"Es obvio que si tenemos sexo el celo va a irse ¿No es verdad? ¿Entonces qué estamos esperando?"
"... ¿De verdad me estás preguntando eso?"
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Un gato viviendo en la guarida de un tigre.(Traducción Finalizada)
FanfictionDo-yeong, un "hombre gato" que está comprometido con Seo-han, el jefe de la familia Lee, la más prestigiosa de las familias felinas del país, dio a luz a tres encantadores bebitos mientras su futuro esposo se encontraba en un viaje de negocios basta...