Desde que Seohan lo llevó a su casa y después de que estuvo fuera por mucho tiempo, hoy, por primera vez en la historia, fue el momento de despedirlo en la puerta como su prometido oficial.
Doyeong se levantó e inclinó la cabeza.
"Adiós, Seohan."
Mientras se inclinaba cortésmente, tratando de mantener la cara apuntando al suelo en todo momento, el tigre, que salía por la puerta principal, de repente se detuvo y abrió la boca:
"Escucha, gato. A partir de hoy, volveré a casa y cenaré contigo. Prepárate para tener todo listo a las 7 en punto."
"¿Vendrás?"
Ante las palabras del tigre, los ojos de Doyeong, que se le habían nublado por la fatiga, se abrieron dos veces su tamaño original. Después de todo, aparte de preparar la fórmula para sus bebés, la cosa era que nunca antes había cocinado en su vida. Como era de esperar, siempre había un sirviente en su casa y alguien que cocinara para los demás en la cocina. Incluso ahora, después del matrimonio, el poder económico de los nobles era muy superior al del pueblo de los gatos por lo que la mayoría de ellos tenían sirvientes especiales y cocinar rara vez era responsabilidad de ellos. Debido a eso, nunca aprendió a hacerlo por su cuenta así que, avergonzado, Doyeong parpadeó rápidamente, sintiendo que no sabía qué hacer y pensando en si sería mejor rechazarlo.
"Doyeong."
"..."
"¡Doyeong!"
"¡Sí!"
"Concéntrate en lo que estoy diciendo."
Fue en el momento en que Seohan estaba a punto de reprender a Doyeong por no poner atención que, un sonido de notificación, que tenía el "miau, miau" que había grabado de sus niños, sonó fuerte en el bolsillo derecho de su pantalón de mezclilla. Había puesto una alarma para cuando Seohan se fuera a trabajar pero, como dormía también al amanecer, le había pedido a un amigo suyo que le despertara haciéndole una llamada telefónica tan pronto como él abriera los ojos. Por eso, el problema ahora era que, como había subido el volumen para escuchar el teléfono con claridad, era tan escandaloso que Doyeong estaba muy avergonzado. Rápidamente buscó en su bolsillo, sacó su teléfono celular y contestó la llamada.
"Hola, muchas gracias. Ah, sí. Lo siento, tengo que colgar ahora. Adiós."
"¿Quién es?"
Preguntó el tigre con el ceño fruncido, como si se hubiera enojado de nuevo.
"¿Qué? ¿En el teléfono? Un amigo mío."
"¿Tan temprano? ¿Un amigo te llama a estas horas, de verdad? ¿Por qué?"
Preguntó el tigre con una voz que se había vuelto cada vez más profunda. La energía que rodeaba a Seohan era increíblemente feroz a últimas fechas y justo por eso, experimentaba muchos momentos de vértigo desde la mañana y dormir era un completo martirio. Doyeong sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando el aire rápidamente se volvió más áspero, escaneó sus pensamientos mientras observaba al hombre verlo de arriba para abajo y llegó a la conclusión de que había metido la pata bien hasta el fondo. Era un sujeto al que no le gustaba que hiciera contacto visual con sus empleados, no permitía que nadie se hiciera cargo de sus pertenencias y de hecho, hasta le había dicho que no quería que el tutor estuviera tan metido con los niños de ahora en adelante. ¡De ninguna manera le gustaría que un amigo lo llamara temprano en la mañana! Además, el contacto prematuro con un hombre, cuando él no mantuvo la castidad, probablemente despertaría sospechas innecesarias y por supuesto que no quería que hubiera la necesidad de que lo regañaran sin motivo otra vez. Doyeong rápidamente abrió la boca:
"Su nombre es Seong Se-woon. Es un amigo que hice en la escuela secundaria. También tiene linaje materno por lo que espera poder tener bebés muy pronto. ¡Va a ser una "madre" genial! Es de la tribu de los gatos pero, no somos de la misma familia. Ah, se me olvidaba. También tenemos la misma edad y va a casarse pronto."
Rápidamente reveló información sobre la que el tigre ni siquiera había preguntado. Sin embargo, las cejas distorsionadas del hombre solo se movieron un poco y no volvieron a su posición original. Suspiró, bajó fríamente sus párpados y miró a Doyeong como si siguiera dudando de él. Estiró el interior de su mejilla con su lengua y luego salió camino al trabajo con desaprobación por lo que había hecho. Y después de cerrar silenciosamente la puerta principal por la que desapareció, Doyeong respiró hondo porque había estado conteniendo la respiración todo el tiempo sin darse cuenta. Sintió como si sus pulmones estuvieran gritando mientras se llenaban del oxígeno que les faltaba y finalmente, murmuró:
"Pensé que me estaba asfixiando."
De una manera muy agitada.
Cuando Doyeong rápidamente dejó escapar su aliento, el tutor le dio unos golpecitos en la espalda como si solo ahora tuviera el valor de salir de su escondite.
"Ah, maestro... Siento que voy a morir si sigo de esta manera."
"No morirás. No digas eso".
"¿Mis bebés?"
"Les di leche y luego los puse a dormir".
El tutor se rió entre dientes mientras le decía que se calmara. Doyeong, que asentía con la cabeza, de repente sintió curiosidad y preguntó mientras lo miraba directo a la cara:
"Maestro, ¿No te afectan las feromonas de Seohan?"
"En realidad no. Aunque el ambiente de la casa en general siempre me ha puesto los pelos de punta, su energía nunca me ha afectado. Nos hemos frecuentado desde que éramos muy jóvenes así que creo que es por eso".
"Estoy celoso... Me gustaría no asfixiarme por sus feromonas todo el tiempo."
Mientras Doyeong seguía respirando con dificultad, el tutor se paró frente a él y colocó su mano sobre su pecho mientras lo guiaba en un ejercicio de respiración profunda y lenta para tranquilizarse. Hizo lo que le pidió, inhaló profundamente y entonces, ya que todavía estaba tratando de recuperar el aliento, respiró hondo por última vez, exhaló y preguntó:
"Entonces se conocen desde jóvenes ¿Qué edad tenían?"
"Mmm. Desde que tengo memoria."
"¿Desde niños?"
"Sí. Pero igual, yo soy mestizo y él es un noble. Es por eso que siempre trato de andar con cuidado por aquí. Ah, y hablando de eso ¿No es ya muy tarde? ¿No es hora de ir al otro edificio?"
El tutor, que estaba respondiendo la pregunta, de repente miró el reloj y dijo que "ya no deberían de estar allí", por lo que los ojos de Doyeong se hicieron más grandes de nuevo.
"¡¡Ya es muy tarde!!"
Y Doyeong, que estaba organizando apresuradamente su ropa, abrió la puerta principal rápidamente y corrió por el pasillo.
"¡Cuidado, tonto! ¡Si corres así, te caerás y Seohan se enojará mucho más que ahora!"
Pero de hecho, el maestro se estaba riendo a sus espaldas.
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Un gato viviendo en la guarida de un tigre.(Traducción Finalizada)
FanfictionDo-yeong, un "hombre gato" que está comprometido con Seo-han, el jefe de la familia Lee, la más prestigiosa de las familias felinas del país, dio a luz a tres encantadores bebitos mientras su futuro esposo se encontraba en un viaje de negocios basta...