Ya había empezado a llover.
Estaba oscuro, había nubes enormes y rafagas de viento que chocaban constantemente contra su ventana. Miró el reloj, estaba casi anocheciendo así que salió de la habitación al pensar que su suegra y también Jinryeong, seguramente ya habrían cambiado de espacio para disponerse a cenar en un lugar que fuera un poco más cómodo que esa pequeña sala.
Dejó escapar un suspiro impresionante cuando encontró que los dos todavía estaban sentados en los mismos sillones y prácticamente en la posición en la que los había dejado antes de irse.
Doyeong, fingiendo que no se había puesto a llorar hace un momento, bajó los ojos, inclinó la cabeza, y se acercó lentamente para que supieran que ya había terminado con los preparativos de su recámara. Pero Naryeong, que lo miró con indiferencia, continuó la conversación que estaba teniendo con Jinryeong y dijo algo sobre como Seohan siempre elegía "cosas que no funcionaban" para quedarse con ellas y también, de la forma en que "le faltaba una buena dosis de realidad para ser más maduro en su vida". Claro que sabía perfecto que eso significaba que él era la "cosa no funcional" de la que estaba hablando y también, ese error que no le dejaba tener experiencia en su futuro. Y aunque al principio Jinryeong se había sentido incómodo con Naryeong y con la forma en que actuaba cuando estaba delante de él, ahora solo asintió con la cabeza como si hubiera logrado persuadirlo después de varias horas de conversación y, en lugar de decir que "volvería a casa", solo movió su cuerpo de izquierda a derecha igual a si su ropa e incluso los zapatos le resultaran incómodos.
Naryeong también se dio cuenta de eso:
"Oh, cariño. Estuvimos sentados demasiado tiempo. De verdad, lo siento. ¿Tu espalda te está dando problemas otra vez?"
Ante las palabras de Naryeong, los ojos de Doyoung se volvieron hacia la cintura de su sobrino. Notó que la parte suave y sin arrugas de su traje de diseñador en realidad parecía hacer un par de arrugas justo en la parte que acentuaba una especie de aparato ortopédico que estaba ajustado en su columna lumbar. Jinryeong bajó la cabeza:
"No te preocupes por eso, tía. Es solo que mis pies se hinchan con más frecuencia que de costumbre."
"Esto es gracias a tu espalda también, cariño. Vamos, vamos. Ponte más cómodo. Es más, pon las piernas sobre la mesa para que se desinflamen."
"Estoy bien, te lo prometo. Eso no es necesario"
"¡No te avergüences, cariño! Yo sé lo mucho que te debe doler así que, adelante."
"..."
Ante la insistencia de la mujer, Jinryeong se quitó los zapatos de mala gana y puso las piernas sobre la mesa justo como se lo había recomendado. Entonces Naryeong miró a Doyeong y chasqueó los dedos:
"Ve y trae sus zapatos".
"Tía..."
"Trae sus zapatos."
Doyeong no intentó mostrar ningún signo de negación incluso aunque parecía bastante difícil ocultar las marcas del molestia que estaba dibujando en su rostro.
Trajo sus pantuflas lo más lento que le permitían sus pies, los dejó sobre el suelo, y volvió a retirarse como si quisiera regresar a su habitación en lugar de seguir estando allí con ellos. Sin embargo, su suegra, que desaprobaba la forma en la que le dio la espalda, aventó lo primero que encontró en la mesa sobre la espalda de Doyeong y le dijo ahora que "le ayudara a desamarrar sus cordones". Se dio la vuelta de nuevo y preguntó si había escuchado mal pero, la mujer solo repitió que lo ayudara y finalmente le gritó que se pusiera de rodillas y hablara decentemente cuando estuvieran de frente. Jinryeong estaba avergonzado y lo frenó de golpe:
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Un gato viviendo en la guarida de un tigre.(Traducción Finalizada)
FanfikceDo-yeong, un "hombre gato" que está comprometido con Seo-han, el jefe de la familia Lee, la más prestigiosa de las familias felinas del país, dio a luz a tres encantadores bebitos mientras su futuro esposo se encontraba en un viaje de negocios basta...