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El gato se mostró frío con Seohan durante sus pequeñas "vacaciones forzadas" creadas completamente para hacerle recuperar un poco de la fuerza que había perdido con el enlace. O al menos, Seohan se dio cuenta de que no podía estar ni un centímetro cerca de él sin que mirara para otro lado o fingiera no escucharlo en los momentos importantes. Probablemente porque todavía estaba bastante ofendido por el hecho de que se emparejaron sin su consentimiento y le hizo permanecer en la casa que tanto detestaba aunque su deseo era salir.

Sin embargo, en realidad Doyeong no estaba siendo frío a propósito. No se sentía feliz de estar emparejado con Seohan pero tampoco era lo suficientemente fuerte como para mostrárselo al tigre de una manera tan directa cuando sabía que al final no iba a ganar nada. Era solo que estaba cansado. Tanto del cuerpo como de la mente. Seohan no había ido a trabajar durante unos días y en su lugar se instaló en el sofá que estaba junto a su cama casi como si le hubiera dado permiso para hacerlo. Y aunque estaban prácticamente metidos en la misma habitación todo el día y la tarde, no habían mantenido una sola conversación adecuada jamás y hasta parecía como si estuvieran empeñados en ignorarse el uno al otro cuando solo era que ya no tenían la energía suficiente para eso. Incluso cuando salían a caminar al jardín no había un tema de conversación que quisieran mantener y los paseos terminaban cuando el tigre comenzaba a caminar inusualmente lento como para que se adelantara.

Pasó lo mismo el día de hoy. 

El tigre caminaba lento mientras admiraba la vista del jardín y Doyeong, con las manos en los bolsillos, lo seguía como si tuviera un poco de miedo de ir a su lado.

Y así, después de caminar por un rato, Seohan llamó a uno de los trabajadores que estaba cuidando el pabellón al lado de un árbol que parecía excepcionalmente inmenso.

"Sí, ¿Me llamó, señor?"

"¿Ese árbol es fuerte?"

"¿En qué sentido, mi señor? Es un árbol grande y viejo pero, sí. Es relativamente duro y bastante resistente. ¿Quiere hacer un mueble con él para su recámara?"

"No. No quiero un mueble. Estaba pensando en poner columpios en el árbol".

"Ya veo. Eso es posible, mi señor."

¿Columpios? Los ojos de Doyeong se volvieron hacia la espalda del tigre ante la inesperada palabra y luego se dirigieron al árbol. A primera vista, estaba en excelente estado, con una forma hermosa y unas ramas que parecían gruesas y que se extendían en todas direcciones. Pero ¿Columpios? ¿A quién le importaban los columpios? Bueno. Podía hacer lo que le viniera en gana, como siempre, así que Doyeong bajó la cabeza mientras sentía la forma en que su corazón seguía hundiéndose cada vez más hasta un punto en que no lograba controlarlo. Entonces Seohan miró a Doyeong detrás de él y continuó hablando:

"Quiero crear un lugar que no sea peligroso para que jueguen los niños..."

"..."

El trabajador parecía impactado.

"¿Los niños? ¿Su prometido está embarazado? Vaya, muchas felicitaciones..."

"No es así."

"Entonces ¿Quieren hacerlo con anticipación?"

Doyeong no dijo nada. Y como los columpios estaban siendo pensados para sus bebés entonces finalmente se dio cuenta de que Seohan no estaba enterado en absoluto de que Naryeong intentaba enviarlos a un orfanato en el extranjero. De hecho, como nadie los conocía, las personas solo pensaban que estaba planeando construir algo con anticipación para unos niños que ni siquiera existían, por lo que sonrió como si fuera gracioso.

Un gato viviendo en la guarida de un tigre.(Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora