Love Story | Quackity |

054

⋆⁺₊⋆ ☾ ⋆⁺₊⋆ ☁︎

Mads. 

Escuchaba el típico sonido de los signos vitales, mis signos vitales. Todo iba normal, todo parecia que yo estaba estable.

Abrí los ojos a golpe, al instante los cerré por la luz cegadora, senti que tenía la mascarilla de oxígeno.

— ¿Despertó?— Escuché la voz de mi papá.

— Llama al doctor.— Le pide mi madre.

— ¿Maddy, estás bien? ¿Cómo te sientes cariño?— Pregunta mi hermana mayor.

— ¿Alex? ¿Porque Alex no está aquí?— Pregunté al no verlo.

— Tranquila, está afuera. — Mi mamá me tranquiliza poniéndose a lado de mi camilla.— No lo han dejado pasar por no ser família directa, pero quiero decirte que todos están esperándote afuera.

— Es mi novio, ¿A qué te refieres, mamá?

— Es tu novio, pero no tu esposo. Es protocolo del hospital, nada de visitas que no sean de familia directa, al menos hasta que tú despertarás.— Explica Gaby.

— ¿Cuánto tiempo paso?— Pregunté aturdida.

— Un día y algunas horas.— Responden ellas.

— ¿Quién ganó el partido?— Pregunté.

Estás rieron un poco, eso hizo que yo sonriera.

— Ganaron tres a cero, favor s tigres.— Me avisa mi hermana Gaby.

— Nos deben mucho dinero, hermana.— Solté una risa, al tener la garganta seca tosi.— ¿Cómo está Samy?

— Ella está a la perfección, solo le dieron un par de chequeos. Está afuera con los demás.— Avisa mi hermana mayor.

— ¿Cómo te sientes?— Pregunta Mamá.

— No me duele nada mamá...— La mire ladeando mi cabeza.— Mi bebé...

La puerta fue abierta, volteé a la izquierda, mi papá entro de primero seguido del doctor, detrás de este venía Alex.

— Maddy...— Se acerca rápidamente.

Me dio un beso suave y largo, sin importar que mi familia y el doctor estuvieran presentes. Pude sentir el sabor salado de sus lágrimas.

— Estoy bien.— Le dije.— Mi brazo está jodido, pero estoy bien, amor.

— Pensé que te perdería.— Murmura tomando mi mano.

— Eso jamás pasará.— Le dije tomando un poco de su cabello.

— Buenas tardes, señorita Madison. Soy el doctor Hernández, y soy el encargado de su salud hasta que salga del hospital.— Habla el doctor jalando una silla.

— Quiero saber... ¿Mi bebé?— Pregunté, Alex entrelazó su mano con fuerza a la mía.

— Esa pregunta la contestaré después a detalle.— Me dice el médico.— La fuerza del auto golpeando tu puerta, género que está se aplastara, haciendo que tu brazo se discolara hacia arriba y generando algunas heridas profundas que te llevaron a la perdida de sangre. Estuviste un poco más de cuarenta minutos, perdiendo sangre por la heridas de tu brazo. Tienes una leve contención en la parte baja del abdomen, seguramente por golpearte con el volante.

Yo asentí recordando todo lo de la noche del choque, reviviendo cada una de las emociones que sentí.

— A pesar de que tuviste cortes profundos, no tuviste heridas grande. En total tienes solo cuatro puntos en tus dos únicas heridas. Hemos colocado una férula que evita la movibilidad  de tu brazo, en dos días te lo quitaremos para retirar los puntos de la herida y después la colocaremos de nuevo y la tendrás al rededor de un mes y medio.