CAPÍTULO 125: ANGUSTIA

3 1 0
                                    

20 de mayo de 1742

La luna llena ilumina el campo de batalla, acompañada por el fuego de los cañones que se disparan contra los piratas del este. Uno a uno, van cayendo bajo la mano de los hombres de Ragnar, que luchan a muerte, sin ningún tipo de contemplación o misericordia.

La tierra que alguna vez fue sagrada ahora está manchada con la sangre de todos ellos.

Toda esa pelea se desarrolla en un segundo plano para Catherine, pues su única prioridad; la única persona que existe ahora mismo para ella; es Arden.

Cassia lo ha atacado con todo su poder directamente en la espalda. Lin Shi ha sido arrojada de nuevo por los aires, el golpe la ha dejado inconsciente. Mientras tanto, Xuan continúa en un trance realizando el hechizo que pretende acabar con Cassia.

Andrew se ha quedado paralizado al mirar la escena.

—¡Arden! —grita la capitana.

Da los pocos pasos que quedaban de distancia entre los dos y se arroja al piso. El dragón dorado se resbala de sus manos y aterriza directo a los pies de la bruja pelirroja.

—¡No! —exclama Andrew. Sale corriendo hacia ella, en un último y desesperado intento por evitar que la tome. Sin embargo, está demasiado lejos y ella ya la ha agarrado entre sus manos.

Una sonrisa maquiavélica se forma en las comisuras de su boca. Empuja a Andrew hacia el otro lado, quien termina estampado contra otro montículo de joyas y oro.

Xuan abre los ojos de golpe, el hechizo está listo, pero Cassia ya tiene la pieza. Un halo de luz dorada y verde la rodea mientras absorbe el poder del dragón.

—¡No podrás contener tanto poder! —advierte Xuan.

—Adiós —le dice a la bruja de ojos rasgados. Una gran bola de energía sale de sus manos, y se la arroja a Xuan Xinyue con toda su fuerza.

La proyección se desvanece en una nube de humo negro de inmediato. Lo que queda flotando retorna nuevamente al brazo de Arden. Su cuerpo se sacude levemente y el tatuaje de serpiente reaparece, pero ha vuelto a su posición inicial, ya no le queda un solo aro para enroscarse.

Grandes lágrimas salen de los ojos de Catherine; voltea al pirata para ponerlo boca abajo y lo envuelve en sus brazos. Arden está inconsciente y la herida en su espalda se ve demasiado grave.

—Arden —La voz le tiembla, no puede pronunciar nada más—, Arden por favor despierta.

El pirata se remueve lentamente y consigue aspirar algo de aire.

»Por favor, por favor, no te mueras —le suplica. Sus lágrimas resbalan hasta aterrizar en las mejillas de él.

—Catherine —avisa Andrew.

Cassia sigue absorbiendo la energía del dragón, resplandeciendo cada vez más. Sus ojos están desorbitados y la mira con locura.

La capitana se obliga a levantar la vista y voltear hacia ella. El cabello de la bruja se levanta en el aire desafiando a la gravedad, seguidamente, su cuerpo cae en la misma reacción.

—¿Qué está pasando? —pregunta Catherine.

—No lo sé —le dice Andrew.

Cassia sonríe llena de felicidad, puede sentir el poder fluyendo por sus venas, sin embargo, su cara se tuerce en una mueca cuando se da cuenta de que no puede detener la absorción de poder.

—¡¿Qué es esto?! —se pregunta a sí misma.

—Xuan te lo advirtió —le recuerda Andrew.

—¿Qué? ¡No! ¡No puede ser!

Deseo ProfundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora