✘DAREL: Mundo Vampirico✘ © [SVD#4]

👑 Epílogo: Los Eternos 🍷

“El amor es todo aquello que dura el tiempo exacto para que sea inolvidable”

—No creí que llegaría este día —espeta Aylin al ver a su descendencia. De pie, del otro lado se la cama, arreglada con un vestido azul marino, sin tirantes, largo, semi abierto de una pierna con su cabello trenzado a un lado, el resto ondulado a juego con unas zapatillas negras que le proporcionan más altura— Hoy es tú boda con Dennis.

—Madre, no sentimientos mortales. —Darel al terminar de abrochar su chaleco rojo que combina con su camisa y pantalón negro, posa la vista en ella— Atrasamos esto por eternos siete meses, necesitaba que Dennis estuviera bien —rodea la cama y se acerca a ella— Y hoy estamos listos.

—Mi hijo —su creadora lo agarra de las manos ante la nula cercanía— ¿Puedo abrazarte?

Su creación le sonríe mostrando los colmillos. Al tener su aprobación, su progenitora lo abraza.

No obstante, un golpe en la puerta los interrumpe.

—Hola, hola. —Ana Liz se adentra sin permiso— Mamá, voy a sentir celos, mi hermano es tú favorito.

Enseguida ellos se alejan.

—A los dos los quiero por igual —su creadora con disimulo se limpia la gota cristalina de su pálida mejilla.

Darel con expresión de burla y su hermana con molestia al cruzarse de brazos.

—Venía a avisarles que todo está listo. Ya están por llegar todo el Mundo Vampirico ¿Estas listo hermanito?

—Preparado Libe —le responde, una vez más peina su oscuro cabello hacia atrás con sus manos.

—¿Nervioso?

El vampiro suelta una leve risa y niega.

Ambas vampiresas comparten una mirada.

—Todo va a salir bien, hijo.

—Es raro madre, la tranquilidad en el Castillo —Darel une sus manos y carraspea— Iré a comprobar que Dennis esté lista.

—¡No! —ante su grito, él retrocede el paso avanzado regresando a su lugar—Darel, no puedes ver a la novia, es de mala suerte.

Él resopla

—Nuestra madre tiene razón, es lo tradicional.

—No tenemos que seguir las reglas de una ceremonia mortal, somos vampiros, la nuestra será diferente.

—No insistas hijo, no te dejaremos ver a Dennis hasta el altar —él baja sus brazos y gruñe— Nosotras vamos a comprobar si tú alma está lista. Tú ve a revisar todo y a convencer a tú padre, debe acompañar a Dennis.