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— chaper eleven —
tim drake

📍GOTHAM
Atenea Maximoff



ME MORDÍ LAS UÑAS CON NERVIOSISMO MIRANDO la hora en el celular una y otra vez, son las ocho de la noche y Jason todavía no aparece.
Cabe destacar que lleva desaparecido del panorama dos días, no importa cuántas veces intenté llamarlo, nunca respondió. Lo último que supe fue que había ido a buscar redención con Dick, pero luego simplemente desapareció y me dejó aquí, sin saber nada.
Miré el celular ajeno con el ceño fruncido, aún me molesta no tener uno propio, pero es lo que me puedo permitir ahora.

¿Podría intentar localizarlo? Sí. ¿Voy a hacerlo? No. ¿Por qué? Porque eso requiere utilizar un hechizo del libro ese malvado, y sinceramente no quiero que mis manos se vuelvan carbones vivientes, pero no tengo nada ni nadie que me diga algo sobre él.
Tal vez debería salir a la calle y gritar su nombre con un... ¿qué es eso?

Extrañada, me acerqué hacia un destello sobresaliente bajo una sudadera.

El celular de Jason.

Miré preocupada el aparato en mi mano, ¿dónde pudo haber ido sin el teléfono?
Tal vez tenga algún contacto con el que pueda comunicarme, así que eso fui a revisar. Pero mi sorpresa fue encontrarme no más que cuatro contactos. Entre ellos; Dick y Molly.
Por lo que sé, Molly es una amiga suya que se hizo aquí en Gotham mientras pasaba todo el transcurso de convertirse en Red Hood.
Toqué el contacto y apreté el icono del teléfono.

Me contestó luego de cuatro tonos.

—¿Hola? —respondió confundida.

—Molly, ¿cierto? —pregunté nerviosa, rascándome el antebrazo.

—¿Quién eres y por qué tienes el teléfono de Jason? —atacó de inmediato, tomando una actitud a la defensiva.

—Soy su... —¿qué se supone que somos?— amiga. Solo quería saber si está contigo, salió y no llevó su teléfono, estoy preocupada.

—No, no está conmigo —su tono desconcertado me puso más nerviosa—. ¿Por qué? ¿Desapareció?

—No, no —negué de inmediato—. Era solo eso, lo siento. ¡Adiós!

Y antes de que pudiera decir algo más, corté la llamada.
El contacto de Grayson me tentó a llamarlo, pero sinceramente no sé qué es lo que estuvo pasando mientras yo estaba en reposo, el hijo de puta de Jason no me quiso contar nada de estos días ni la semana que estuve en la tierra uno.

El celular de Jason vibró.

Desconocido
Toma el autobús 308 y ven a la colectora de Gotham. J.

Extrañada, releí el mensaje dos veces más. ¿J? Supongo que es Jason, de todas formas no entiendo de dónde saca tantos teléfonos.
Sin dudarlo, tomé una de sus sudaderas y algo de dinero para salir disparada hacia la parada de autobús. ¿Qué mierda está haciendo en la colectora igual? No tiene sentido.
Me tapé la cabeza con la capucha y caminé lo más rápido que pude, ignorando a toda persona que se me cruzaba. Más vale que no se le ocurra a alguien robarme porque me vendría bien volver a estirar un poco el cuerpo.
El viento frío de Gotham me heló hasta los huesos y la luna brilla en todo su esplendor sobre mí.

𝙋𝙀𝘾𝘼𝘿𝙊 | Jason ToddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora