13

1K 110 33
                                    

chaper thirteen — bad moment

📍SAN FRANCISCO
Atenea Maximoff

TRES DÍAS PASARON DESDE QUE BESÉ A JASON, EN el transcurso de ese tiempo pensé que nuestro vínculo se volvería raro, pero fue todo lo contrario.
Jason está más cariñoso, pegajoso y dulce, un lado que recién estoy comenzando a conocer.

Yo lo quiero a Jason y toda la bola, ¿no? Pero que me esté pasando rock a un volumen que me retumba la puerta del baño me rompe un poco las pelotas que no tengo.
Malhumorada, me levanté de la cama poniéndome mis pantuflas de pato.
Son de pato porque un día las vi y hasta que Dick no me las compró, no lo dejé de molestar.
Salí de la pieza con la peor de las ondas, caminando a paso apresurado hacia la habitación de Jason.

Ni siquiera toqué para entrar.

—Jason, corazón mío, amor de mi vida —sonreí sarcástica, cruzándome los brazos—. Me parece que es un poquito temprano para poner música tan...

Mi sonrisa se desvaneció al verlo parado frente a su ventana, con la mirada perdida y una expresión que me preocupó.
Él se volteó sobresaltado al escuchar mi voz; tiene los ojos rojos y las ojeras casi tocando el suelo.
Relajó sus hombros tenso al mirarme, fue bastante evidente la actitud a la defensiva que tomó sin pensarlo.

—Hey —cerré la puerta detrás mío, acercándome a él con lentitud. Analicé su rostro con una mueca—. Te ves cansado, ¿dormiste anoche?

—Sí —respondió mirándome con una pequeña sonrisa—. Buenos días, ¿no?

—Buenos días —saludé ante sus cejas levantadas, los ojos de Jason parecieron iluminarse.

—Pareces una vieja loca.

Le clavé una mala cara viéndolo levantar el brazo del tocadiscos, frenando el fuerte ruido.
Sacó el que estaba puesto y, en cambio, colocó uno que reconocí a la perfección; Taylor Swift 1989.
Apreté los labios reprimiendo una sonrisa, ese vinilo lo tiene porque descubrió que escuchaba Taylor, y como cuando fue a comprar los suyos lo vio, pensó que tal vez me gustaría.
Ciertamente esto último no me lo dijo, sino que me dijo (en exactas palabras); lo compré porque quería verte la cara de estúpida cuando lo vieras.

Un amor.

Alineó... como mierda que se llame eso del tocadiscos, y una tranquila melodía llenó la habitación.
"Slut!" suena dentro de las cuatro paredes.

—Pensé que dijiste que no te gustaba Taylor —murmuré con una sonrisa divertida, cruzándome de brazos.

—No me gusta —respondió indiferente, pero llegué a reconocer las ganas de sonreír, solo que se hace el duro—. Solo escuché un par de canciones.

—Claro —asentí tratando de no reír—, te creo.

Jason se apoyó en la pared detrás suyo, mirándome con los brazos cruzados.
Ladeé la cabeza, viendo su expresión caída volver a su rostro. Me molesta no saber qué le está pasando, pero él tampoco me lo dice, y no voy a presionarlo para que lo haga.
Así que lo único que trato de hacer es levantarle el humor, tratar de hacerlo reír o algo.

—Ven —extendí mi mano hacia él, llamándolo.

—¿Qué? —cuestionó mirándome de mala gana.

𝙋𝙀𝘾𝘼𝘿𝙊 | Jason ToddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora