01

719 58 7
                                    

— CHAPER ONE —
the new robin

— CHAPER ONE —the new robin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

📍GOTHAM

RESOPLÉ ENTRERRANDO LA CARA EN LA ALMOHADA, no tengo ganas de levantarme de la cama justo ahora cuando estoy teniendo mi siesta reparadora, debo confesar que ser vigilante en Gotham es más difícil de lo que pensé, mucho más cansador que en San Francisco por el simple hecho de que aquí no tienen piedad, seas quien seas. Agradezco que tanto Jason como yo hayamos perdido la sensibilidad en cuanto a peleas y cualquier tipo de nervios o inseguridad.

Él en un punto comenzó a relajarse, incluso a parecer más desinteresado. Dejó de lado su actitud caótica pero nunca lo burlón y frío que lo caracteriza. No tener tantos problemas supongo que le trajo tranquilidad.
Luego de lo ocurrido hace unos meses pareció dejar atrás su actitud de niño mimado, dando lugar a una mentalidad un poco más madura.

Evité hacer una mueca al sentir una puntada abajo de las costillas, quedé un poco dolorida por una pequeña pelea anoche mientras vigilaba, nada que no se pueda arreglar con un poco de cuidado.
La felicidad que me da sentir las sábanas taparme hasta el cuello es una cosa que no puedo explicar, pero más todavía el saber que puedo seguir durmiendo aunque sea un poco más antes de volver a meterme dentro de la investigación que tengo pendiente.
Sacudí un poco los hombros ante el escalofrío que me subió por la espalda, hoy es una mañana un poco más fría de lo usual, menos ganas de levantarme de la cama.

Un viento helado me obligó a abrir los ojos, mirando con el entrecejo fruncido ante la pérdida del calor y las sábanas robadas. Bajé los párpados por no estar acostumbrada a la claridad de la habitación, tratando de tener más nitidez en la mirada.
Mi piel se erizó al sentir un suave y cálido toque en mi espalda desnuda.
Repetidos lentos y dulces besos se repartieron a lo largo de mi columna, subiendo hasta llegar a mi cuello.

—¿Vas a comer algo? —murmuró con tranquilidad, acariciando mi cintura con la punta de los dedos.

—Más tarde, todavía tengo sueño —bostecé acurrucándome mejor estando boca abajo, sonriendo por el despertar que recibí.

—Tienes que comer, ya es un poco tarde —me regañó apoyándose sobre su antebrazo, tratando de encontrar mi mirada sobre mi hombro.

—Jay —me quejé suspirando.

—Nea —Jason se burló pellizcando mi cintura.

—¡Ay! —le di una manotazo abriendo los ojos de golpe, encontrando sus iris verdes mirarme con una pequeña sonrisa divertida—. Te prometo que en unos minutos me levanto a comer.

—Bien –aceptó poco convencido entrecerrando los ojos en mi dirección.

Cerré los ojos otra vez, sintiendo su mirada quedarme fija en mí por unos segundos, y sé exactamente lo que está tratando de hacer; incomodarme con su mirada para conseguir lo que quiere.
Me negué a mirarlo hasta que lo escuché resignarse con un resoplido.
La cama se hundió a mí lado, pronto las sábanas que habían sido tiradas lejos envolvieron mi cuerpo otra vez, pero ahora siendo acompañadas por un cálido brazo abrazando mi cintura.
Jason se pegó a mí, pasando su brazo por debajo de la almohada para besar mi cabello.

𝙋𝙀𝘾𝘼𝘿𝙊 | Jason ToddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora