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chaper eight — fight

📍SAN FRANCISCOAtenea Maximoff

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📍SAN FRANCISCO
Atenea Maximoff


—Bueno, ellos son los viejos Titanes —me explicó Jason por lo bajo mientras nos dirigíamos hacia el ascensor, asentí rápidamente—. Si vinieron es por algo serio, supongo.

—Chicos, no tienen idea de cuánto se extrañan —Rachel pareció aliviada por la llegada de aquellos tres desconocidos, abrazando a una rubia con vibras serenas.

—¿Se extrañan? —repitió burlona la rubia.

—Yo también —sonrió Gar siguiendo los pasos de Rachel.

Yo, por mi parte, me quedé parada al lado de Jason  ajena a la escena, sintiéndome una intrusa en un momento... familiar, porque de todas formas lo soy.

—¿Y Kory?

—Desapareció.

—¿Quién es Kory? —susurré hacia Jason, confundida.

—Una extraterrestre loca, nadie importante —respondió levantando los hombros, lo cual me pareció raro porque la viven nombrando.

—No responde el teléfono —respondió la mujer de cabello azabache, Jason me susurró su nombre; Donna—, pero mencionó que deseaba ir a Florida, supongo que decidió ir a dar un paseo sin avisar.

—¿Los siguieron? —la voz tensa de Dick sonó a unos metros nuestro, levanté las cejas tratando de reconocer las distintas emociones.

Aguanté la respiración cuando me golpearon distintos sentimientos de todos lados; incomodidad, nostalgia, ira, melancolía y sobre todo, tensión.
Cerré los ojos volteando la cabeza en dirección a Jason, tratando de esconder mi rostro a la altura de su hombro.
Apreté los párpados sintiendo la incomodidad de Dick golpearme el pecho como si fuera mía.

Un toque en el brazo me asustó. Levanté la cabeza abriendo los ojos de golpe, encontrándome los ojos verdes de Jason mirándome con cautela. Levantó el mentón, preguntando silenciosamente si estaba todo bien.
Bajé la mirada hacia mi muñeca derecha, notando que no había nada cubriéndola. El hombre dijo unas palabras a lo lejos, pero no le presté atención por tratar de controlar la empatía.

—¿Quién carajo es ella?

—Atenea —me advirtió Jason en un susurro, de inmediato supe que hablaba de mí.

Giré hacia el hombre que parecía estar odiando la vida en este momento, tiene su entrecejo fruncido puesto en mí.
Estuve a punto de responder, pero Dick se adelantó.

𝙋𝙀𝘾𝘼𝘿𝙊 | Jason ToddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora