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Pactos de traición.

El frío del sereno de la noche alejándose abrazó mi piel como un consuelo que confirmaba que lo que estaba viviendo no era un sueño, era libre. Uno de mis mayores deseos se había cumplido, el cielo me había escuchado y había enviado a uno de sus dioses a liberarme...

El dolor de mi espalda por permanecer varias horas en la misma posición fue una bienvenida para mi primer día en libertad, y el peso del cuerpo de mi hermana en mi regazo fue un atisbo de calidez en un mundo que siempre había sido frío para mí. Olía a jabón de miel, olía a esperanza. La pequeña pelirroja que se abrazaba a mi pecho había sido la única razón de mi existencia , el único motivo que había tenido para seguir respirando, por fin estaba junto a mi...

Era imposible retener las lagrimas, todo lo que había pasado para por fin tenerla en mis brazos...

Las humillaciones, las violaciones...

El asco inundó mis entrañas al recordar esas decenas de escenas que estarían tatuadas  en mi alma por toda mi existencia, tenía marcadas en mi mente de manera permanente sus rostros , sus aromas, sus palabras... si tan sólo pudiera olvidarlos. Frente al enorme dios que dormía frente a mi podía jurarlo, no deseaba sentir el tacto de otro hombre sobre mi cuerpo nunca más.

Alejé esos pensamientos de mi mente lo más rápido que pude, no quería ensuciar mi reencuentro con Sophie con esas desagradables memorias.

El sonido de los grillos llamó mi atención, no sabía que podían vivir a una altura considerable. 

Esben estaba compuesto por varias montañas nevadas en sus cimas, tenía algunos poblados y pocos puestos de vigilancia con tenientes graduados del colegio Basgiath. 

Ese colegio... ¿de haber ingresado alguno de sus dragones me habría considerado una buena opción?

No tenía la complexión física de una guerrera, ni algún talento sobresaliente. Pero en resistencia dudo que alguien pudiera ganarme, había caminado entre las llamas del infierno toda la vida y seguía entera. O más bien algo rota pero no incompleta...

Kalel había mencionado que se había alejado de ese lugar por no estar de acuerdo en sus normas de reclutamiento de jinetes, "aquellos que no valoran la vida de un soldado no merecen gobernar un reino"  había dicho de camino a ese refugio en la montaña. 

Al verlo dormir plácidamente no pude evitar cuestionarme el enorme sentimiento de soledad que sentí al ver sus memorias. ¿ cuánto tiempo habrá permanecido en ese estado?  ¿ cómo se habría recuperado de la perdida de cada jinete? Si lo que había sentido emanar de sus memorias era un cariño similar al que yo sentía por mi hermana, y se bien que si algo le ocurriese a Sophie haría arder el mundo entero. Si el corazón de una simple humana era tan fácil de corromper por la ira, el de un dragón que no sería capaz de hacer por amor...

Corazón traidor. (Fourth Wing fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora