Desde que tengo memoria he estado mirando al cielo buscando una respuesta a mis súplicas , alguien que me saque de este lugar.
Una anciana me dijo que el universo obedece a quienes tienen una voluntad fuerte y desde entonces le he suplicado , le he...
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Mi cuerpo entero temblaba con violencia creyendo que estaba en presencia de algo muy similar a un fantasma, a un recuerdo doloroso del pasado que debía dejar atrás antes de volver a las filas de la revolución.
Mi corazón latía tan rápido y tan fuerte que me dolía y mi respiración se había vuelto en apenas una débil cadena de inhalaciones y exhalaciones dolorosas. Todo mi ser parecía haberse visto afectado por la presencia de ese fantasma.
Mis hilos en un instinto de supervivencia atacaban lo que parecía ser un muro invisible alrededor del hombre pero fallaban al instante y caían como si fueran serpientes muertas sobre el concreto. El no poder penetrar la mente de esa figura me estaba frustrando muchísimo no me gustaba sentirme indefensa ante algo así, al no lograr comunicarme de esa manera mis manos torpes signaban palabras tan rápido que ni siquiera yo las comprendía correctamente , el esperar que esa cosa me respondiera era una apuesta, una moneda lanzada al viento cuya victoria no estaba segura fuera en favor mío.
- Esto no es real.... todo está en mi cabeza, tú no eres real... - lo apunté con el mismo rechazo que al peor de los criminales cuando yo menos que nadie tenía la autoridad moral de hacer eso.
- No lo estás imaginando...- susurró suavemente esa voz, con la misma dulzura y con el mismo cariño que lo había hecho aquella noche tormentosa en Esben. - Realmente estoy aquí...-
- No, no es cierto... estoy imaginando todo esto. Es imposible que estés aquí... porque yo me encargué de que nunca volvieras a mi...- estaba aterrada de las posibilidades y determinada a obligar a mi mente a entender que aquello no era real, aunque mi corazón latiera alterado por la causa de la pequeña esperanza que había conservado desde hace mucho, estaba luchando conmigo misma.
- Lo intentaste... pero fallaste...- había amargura , furia y sobre todo dolor en esa voz, un dolor tan grande como el mío. Una decepción mayor que mi pena por su ausencia.
- Yo no fallo, nunca ... sé que eres una ilusión, una ilusión muy bien hecha . ¿Quién te creó...? ¿Quién conoce tan bien mi mente como para tender una trampa tan ruin como esta?-
- Compruébalo tu misma, si soy una ilusión, averígualo por tu propia cuenta...- me retó con los brazos abiertos y con los ojos ámbar encendidos por un fuego peligroso que brillaba incluso al estar rodeado de oscuridad.
Al notar mi actitud renuente por acercarme las manos grandes del espectro con apariencia de Brennan tomaron las mías con fuerza y la llevaron hasta su falso rostro.
Quise gritar de felicidad al instante de sentir su piel volver a tocar la mía. Era casi tan bueno como lo recordaba. Tenía las manos ásperas por el arduo entrenamiento con espadas y demás, su piel era fría por la brisa nocturna que nos rodeaba y tenía un ligero sub tono dorado por el sol bajo el que había volado tantos años.
