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El gorrión rojo y la guarida del dragón blanco.

El gorrión rojo y la guarida del dragón blanco

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El sonido del aire envolviendo nuestros cuerpos y abandonándonos mientras lo atravesábamos se había vuelto una constante en esa semana

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El sonido del aire envolviendo nuestros cuerpos y abandonándonos mientras lo atravesábamos se había vuelto una constante en esa semana. Tan común se había vuelto para mis oídos que ya no lo notaba, como si fuera parte de mí cabeza, igual al sonido de la voz de mi mente que solo yo podía escuchar.

Dificultando nuestra travesía la temperatura aérea había comenzado a descender algunos grados menos  en esa zona del sur de   Navarre como si el cielo no fuera lo suficientemente frío...

Damián,  como el líder autoproclamado  de la misión había sugerido volar a gran altura para evitar ser detectados por algún dragón enemigo, yo por mi parte evitaba que eso sucediera manteniendo en las criaturas que sobrevolaban a una altura menor a nosotros la imagen de un cielo despejado. Lo que me había costado tanto en mi salida de Esben , a mi regreso me resultaba increíblemente sencillo. Mantener la proyección de esa imagen en la cabeza de aves y demás era algo sumamente fácil para la nueva yo. Era sorprendente notar como  la Ariadne que volvía a las montañas no era la misma que se fue.

La gran altura más la cercanía de la cordillera que se aproximaba daban como resultado un clima poco favorable para nuestros cuerpos humanos. Lo que había comenzado a afectar a un miembro del equipo. Cecilia dormitaba frente a mi cubierta con una fina manta que no lograba darle la suficiente calidez para evitar que su delgado cuerpo  temblara.

- ¿Tú no tienes frío...? - preguntó el pelinegro abotonandose un nuevo abrigo sobre el que ya llevaba en su cuerpo.

- No. Ya estoy acostumbrada a éstas temperaturas. Las montañas en las que vivía eran más desafiantes que ésta ventisca...-

Juro que no pretendía caerle bien pero cada vez que decía algo que parecía agradarle me sonreía ampliamente y en sus ojos se reflejaba algo que no me gustaba. Ese jinete no me agradaba, más bien me incomodaba , aunque por lo visto en las memorias de Cecilia no era una mala persona. Supongo que solo éramos un par de personas incompatibles.

Corazón traidor. (Fourth Wing fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora