Desde que tengo memoria he estado mirando al cielo buscando una respuesta a mis súplicas , alguien que me saque de este lugar.
Una anciana me dijo que el universo obedece a quienes tienen una voluntad fuerte y desde entonces le he suplicado , le he...
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La que debió ser una de las noches más felices de mi vida se estaba convirtiendo en una de las más difíciles...
Mi mente no podía concebir una idea específica de lo que estaba ocurriendo, no me era posible formar hipótesis razonables en ese momento , mi cuerpo entero estaba actuando por puro instinto. Proteger la vida de los seres que amaba... es lo único que mi cerebro y mi corazón entendían a pesar de nunca haber actuado en conjunto.
Hacía tantos minutos que había perdido de vista a Brennan y Kalel ,al igual que ese humano compartían una misma cosa a pesar de ser tan diferentes, ausencia... no encontraba rastro de ninguno.
Los rayos estridentes e implacables rompían el cielo formando estrías luminosas que me permitían por escasos segundos vislumbrar las enormes siluetas de lo que parecían ser dragones provenientes de las montañas del sur , y debido a la incesante lluvia eran solo eso... pequeños vistazos deformes que mis ojos veían con enorme dificultad.
Un color naranja iluminó la noche lluviosa aumentando la creciente preocupación en mi pecho. Tan rojo, tan vivo... tan mortal, el inconfundible fuego de un dragón , de muchos dragones...
Los rugidos feroces, peligrosos y amenazantes se escucharon muy por encima de los truenos y relámpagos que agitaban las corrientes de aire que elevaban la falda húmeda del vestido verde que cubría mi piel.
El cielo antes pacífico se había convertido en un campo de batalla al que me habían negado la entrada los seres más importantes de mi existencia.
Necesitaba llegar ahí de alguna manera, la que fuera...
Desobedeciendo la orden del teniente Sorrengail me abotoné a las prisas su abrigo sobre mis hombros sin un orden en particular por lo que unos cuántos botones de esa chaqueta más de la mitad en específico quedaron sueltos.
Con la cima de la montaña en mente corrí cuesta arriba sin importar las piedras que se me encajaban en las plantas de mis pies y el barro que había comenzado a llegarme hasta las rodillas .
Torrentes de agua escurrían de esa cima que me parecía tan lejana haciendo que mis piernas ya cansadas por correr durante tantos minutos comenzaran a disminuir su velocidad. El pecho me ardía y mis ojos no podían ver nada por la lluvia que empapaba mi cara con violencia desmedida.
-¿Quieres que te llevemos ...?-La sombra del dragón verde cubrió mi diminuto cuerpo como una enorme nube a un pequeño girasol...
