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Aretia.
(Parte cuatro)

El consejo.

Siguiendo a la coronel Mairi y al pelinegro pronto me vi rodeada de hombres y mujeres que rondaban los treinta y cincuenta años de manera bastante diversa

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Siguiendo a la coronel Mairi y al pelinegro pronto me vi rodeada de hombres y mujeres que rondaban los treinta y cincuenta años de manera bastante diversa. Era tan extraño estar rodeada de personas vestidas completamente de negro aunque como novedad veía un color dorado decorar los atuendos oscuros.

Damián me indicó tomar asiento entre él y la coronel dejando a Cecilia a su costado izquierdo. Las miradas inquisitivas no se hicieron esperar, era evidente que tenían gran curiosidad por el nuevo miembro de su orden. Para esas personas los desconocidos significaban peligro , la diferencia entre la libertad y la horca.

Fue inevitable no hacerme pequeña en mi sitio, todas esas personas fácilmente podían matarme y después a mis hermanos, incluso a Kalel. Así que los inmensos nervios que había comenzado a sentir no hacían más que aumentar. Me sentía como si ya tuviera 

- No demuestres que estás nerviosa, odian eso. Tienes que ser fuerte para pertenecer al consejo. Enderezate y levanta la barbilla. - me ordenó Damián por lo bajo.

Obedecí a regañadientes ganándome una sonrisa de su parte, ese gesto no lograba disminuir lo mucho que me desagradaba.

Sentí un apretón en la mano infundiéndome confianza abrí los ojos con gran sorpresa al ver la mano de la coronel apretar la mía en muestra de apoyo. ¿No era la misma mujer que había estado a nada de matarme horas atrás?

Ella ignoró mi cara de sorpresa y se concentró en un hombre al otro extremo de la mesa de piedra en forma redonda. Era un hombre de poco menos de cuarenta años, con abundante cabello negro azabache y una mirada profunda.

- ¿Ya estamos todos ?- la voz del señor era grave , profunda y misteriosa. Todo el parecía enigmático.

- Si, solo faltaba yo.- habló la coronel.

- ¿Quién es la nueva señorita que te acompaña , Eloise? - preguntó el hombre refiriéndose a mi.

Tragué saliva cuando todas y cada una de las miradas se dirigió a mi.

- Ella es Ariadne nuestra más reciente adquisición. Una telepata.-

El silencio que acompañó a esa declaración podía cortar el aire. Y el temor en esas personas se podía observar en cada uno de los rostros.

-¿ Eloise cómo conseguiste traer a alguien así? Sabes bien el peligro al que nos expones.- el hombre misterioso la reprendió duramente pero la coronel que recién había descubierto se llamaba Eloise no se inmutó.

- Ella no es peligrosa, Basgiath no sabe de ella porque nunca asistió al colegio. Es una jinete autodidacta, una jinete que fue escogida por un dragón errante. No pertenece a la milicia Navarra. Prácticamente no existe y si no existe no representa peligro alguno .Ella será nuestra ventaja... nuestra arma secreta.-

Corazón traidor. (Fourth Wing fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora