Desde que tengo memoria he estado mirando al cielo buscando una respuesta a mis súplicas , alguien que me saque de este lugar.
Una anciana me dijo que el universo obedece a quienes tienen una voluntad fuerte y desde entonces le he suplicado , le he...
Los fantasmas del pasado. (Parte dos) Clarisse Whelan.
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Mi mente se quedó en blanco, como si hubiera perdido la capacidad de razonar. Podía escuchar a Kalel ordenando que me sujetara de él. Pues la lucha apenas había comenzado. Pero , mi atención no estaba en los guivernos frente a él, sino en la jinete del guiverno a su espalda. Una capa negra le cubría el cuerpo excepto la cabeza dónde su ondulada cabellera cereza se agitaba al ritmo del tosco viento.
Ella sonreía igual que en mis memorias y yo me sentí pequeña. Como una niña indefensa. Muy lejos se había ido todo ese entrenamiento con Brennan. Me había preparado para enfrentar enemigos, no a mi mamá.
- Estás preciosa.- su voz se escuchaba como un eco aterciopelado tan linda como la recordaba.- Creciste muchísimo, eres toda una mujercita...- dijo sin perder la sonrisa.
-No es posible... ¿Kalel, he perdido la cabeza?-
Una de las bestias negras se lanzó directo al cuello de Kalel y este en un movimiento defensivo casi me hace caer.
-¡Sostente , Enigma! Esa mujer no es tu madre, ¿acaso no le has visto los ojos? Es una más de ellos...-
¿Sus ojos? Si, era verdad. Ya no estaban sus bonitos ojos verdes jade, en su lugar un iris enrojecido como los rubíes los habían suplantado. Ella no era mi mamá...
La marca de Kalel en mi pantorrilla comenzó a calentarse en forma automática. Los hilos de mi sello salieron disparados buscando nuevos títeres que controlar, bajo nosotros los árboles cercanos habían comenzado a arder, esas bestias estaban buscando acabar con toda la vida de la montaña. Lo que al principio habían sido un puñado de guivernos se había convertido en al menos tres decenas. ¿En qué momento habían aparecido tantas bestias? ¿Brennan estaría a salvo? ¿O habría huido al ver la devastación que se avecinaba?
El pánico comenzó a controlar mis sentidos al ver como la ola de fuego se extendía por los terrenos del antiguo templo.
