Desde que tengo memoria he estado mirando al cielo buscando una respuesta a mis súplicas , alguien que me saque de este lugar.
Una anciana me dijo que el universo obedece a quienes tienen una voluntad fuerte y desde entonces le he suplicado , le he...
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La muchacha levantaba con gracia los brazos hacia el cielo y un remolino de aire bailaba delicadamente sobre ella llevándose consigo diminutos fragmentos de nieve que provocaban en Brennan una mezcla de sentimientos que ya no sentía como nuevos, sino como parte de él.
Una mezcla de fascinación , diversión y ternura.
El verla sonreír tan ajena al resto de lo que la rodeaba como si se encontrara en una burbuja segura en la que Kalel y él eran sus muros de contención, el semblante de paz en su sonrisa y el orgullo casi infantil que tenían sus ojos al lograr un nuevo truco con su nuevo sello. El verla feliz, aquello era cautivador...
Hace tiempo había descubierto que era incapaz de quitarle los ojos de encima. Esa chiquilla se había colado en lo más profundo de su mente y se había adueñado de todo cuánto encontró. Para Brennan seguía siendo un misterio en que momento exactamente había ocurrido aquello, quizá era una artimaña más del control mental que ella tenía sobre él, no podía ser normal sentir esa fascinación por alguien...
Una sonrisa divertida se formó en el rostro de Brennan al ver como esas corrientes de aire que aún no aprendía a controlar le habían arrebatado el abrigo de piel y sus delgados brazos trataban sin éxito de brindarle calor. Ella era todo un caso... ¿ qué haría cuándo el se fuera?
-Usa éste...- Brennan se deshizo de su abrigo y con la naturalidad que había adquirido recientemente su estrecho lazo se la colocó sin darle tiempo de rechistar, tanto a la jinete como al dragón blanco que seguía sin aprobarlo.
- No era necesario...- dijo la dueña de sus pensamientos con esa voz suave acariciando cada rincón de su mente y con un brillo en esos ojos verdes que llevaba escrito su nombre , si ... él podía presumir ser el causante de aquello.
- Éste es el más indicado para tus prácticas. Una vez que lo abotonas será difícil que pueda caerse, así estés en la tierra o en el cielo. - Los dedos de Brennan abotonaron uno por uno las piezas de ese largo abrigo negro, sin despegar los ojos de los de ella y siendo consciente de como ese sonrojo adorable aparecía en sus mejillas.
-Pero es el tuyo...-
-Ahora es tuyo... no te preocupes por mi, estoy acostumbrado a las bajas temperaturas...-
-Claro que me preocupo , usa el mío . Al menos hasta que lleguemos al templo...- Ella lo miraba con determinación, no iba a estar tranquila hasta verlo abrigado también.
- De acuerdo, tu usa el mío y yo el tuyo. -
-Bien.- dijo ella con una sonrisa enorme, una que el encontró cautivadora.
Por media hora la vio practicar con remolinos de aire que crecían cada vez más y se elevaban a alturas impresionantes. Después, los remolinos se ampliaron tanto que lo alcanzaron a él agitando mucho más que su cabello, el jinete tuvo que pisar con mas firmeza el suelo cubierto de nieve donde estaba parado , la fuerza de esas estelas de viento se incrementaba con cada segundo que pasaba y si el no tenía cuidado lo lanzaría al vacío. Cuando Brennan buscó respuesta en esa muchacha que no solo tenía la habilidad de controlar a cualquier ser vivo que se propusiera sino hasta el mismo aire se encontró con sus ojos cerrados y con el dragón tocando su delgado cuerpo con su cabeza. Ahora entendía todo, aquella repentina ventisca era parte del entrenamiento.
