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Mitos y verdades.
El honor o la traición.

La nieve no había dejado de caer desde hace dos días y aunque me parecía un escenario precioso limitaba mucho mis opciones para alimentar y entretener a los niños, ellos deseaban salir a jugar en la blancura de la nieve y yo temía que pudieran enf...

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La nieve no había dejado de caer desde hace dos días y aunque me parecía un escenario precioso limitaba mucho mis opciones para alimentar y entretener a los niños, ellos deseaban salir a jugar en la blancura de la nieve y yo temía que pudieran enfermarse. El tenerlos dentro de las protecciones del templo me había costado el resto de dulces que Brennan había traído para mi de ese viaje corto en aquella noche que casi me cuesta la vida.

El castaño no había hecho aún todas las preguntas que deseaba, pacientemente esperaba a que me recuperara para poder saciar esa curiosidad que lo caracterizaba. 

Aún no me acostumbraba a verme a través de sus ojos, sus memorias sobre el como me encontró aquella noche se mostraron ante mi como un espejo rodeado de oscuridad. Mi cuerpo recargado en el lomo de mi fiel compañero y sangre, tanta sangre rodeándonos. Brennan creyó haber llegado tarde, él había tenido miedo por mi. Había temido que Malek hubiera llegado antes que él. Creyó que yo había muerto y sufrió por mi. Seguramente era una desquiciada por sentir alegría a causa de su dolor, pero ese dolor demostraba que su afecto por mí también era igual de intenso que el que yo sentía por él. Genuinamente le importaba y saber aquello era como un abrigo cálido en esa nieve interminable.

A pesar de que el cielo estaba bloqueado por una gruesa capa de nubes que el dragón del viento y yo habíamos reunido sobre la montaña como un escudo de niebla que ocultara nuestra ubicación , aún  con nuestros esfuerzos la luz  se colaba en ese pedazo de tierra sobre el que habitábamos. 

A paso lento caminaba tras el jinete de ropajes de cuero negro mientras le explicaba en mis palabras lo que había ocurrido esa noche. Para Kalel y para mi había sido una emboscada, pero para Brennan una carnicería. Cuando el regresó a los terrenos del templo se encontró con decenas de guivernos muertos, algunos quemados, otros despedazados, afortunadamente ninguno vivo. 

Me detuve un par de veces apoyada en un enorme árbol antes verde para retomar el aliento y apaciguar el dolor que se volvía más intenso con cada paso que daba. El reparador solía mencionar que era un milagro que ya pudiera andar, el había visto heridas similares y pocos sobrevivientes.

Mi salvador caminaba en círculos sobre la bestia parcialmente cubierta por la nieve, una de las pocas que no habían sido quemadas y destruidas por Marbh y Kalel .

En su mente había una gran confusión. Lo que él veía era la imagen de los mitos sobre los que su padre le había hablado toda su vida, solo mitos. Pero frente a él  lo que yacía en el suelo no era un mito, ni una leyenda que le habían contado en su infancia , sino los restos de una bestia real.

- Se supone que esto no existía... Se supone que fueron destruidos por los dragones hace siglos...-

- Pero existen . Uno de ellos casi me arranca la vida por órdenes de su amo... por orden de un venim.-  Habría deseado mantener al margen de la existencia de los Venims a Brennan pero ocultar eso era imposible .

Corazón traidor. (Fourth Wing fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora