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La jinete del dragón blanco.
Ariadne Whelan.

(Parte uno)

Brennan atendía pacientemente a su dragón dando cátedra una vez más de lo amable de su personalidad

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Brennan atendía pacientemente a su dragón dando cátedra una vez más de lo amable de su personalidad. Poco a poco las heridas que Kalel le había hecho a Marbh se desvanecían bajo el tacto de las manos del jinete.

Marbh me observaba con mucha atención , algo de ira y fascinación. Para él era inaudito como una humana se había apoderado de su mente, se debatía internamente si podía asesinarme o no. Era gracias al comportamiento amigable de Brennan que mi muerte en las garras del dragón cobrizo aún se debatía.

Kalel a mis espaldas le gruñía de vez en cuando y Marbh lo imitaba. Brennan y yo compartimos un par de miradas tensas. Ambos temíamos por el comportamiento de las bestias, si decidían enfrascarse en un nuevo enfrentamiento terminarían indicando nuestra posición a ojos peligrosos. Grifos, jinetes de dragón y quién sabe incluso los Venims podrían encontrarnos.

- Deberías dejar que te cure las heridas...- le dije por tercera vez al dragón blanco.

Su respuesta fue un gruñido corto pero potente. No me rendí. - Es muy bueno en lo que hace. Mira lo que hizo con mis manos... lo ves,  están como antes de que me quemaras.- con una sonrisa que pretendía ser de alegría le mostré las manos sanas al dragón. No lo convencí.

- Eso fue un accidente. Además no confío en él.-

- No vi señal alguna de maldad en su mente  y créeme busqué profundamente algo que me hiciera desconfiar de él.-

- Te pedí que lo mataras.- gruñó enojado.

- Él me curó... -

- Patrañas para engañarte.-

Suspiré profundamente llamando la atención de Brennan. Me regaló una sonrisa corta y volvió a lo suyo. No tuve tiempo de devolverle el gesto, tenía los ojos de un dragón blanco pegados en mi espalda. No podía verlos pero podía adivinar que era una mirada amenazante dirigida al castaño.

- El me salvó la vida cuando yo intenté salvar la tuya.- dije en un tono molesto en menor medida comparado con el suyo.

- ¿ Crees que ese intento de guiverno puede matarme?- preguntó ofendido.

-No. No lo sé... Te vi muy lastimado, y creí que necesitabas mi ayuda. Entiende que nunca he visto nada parecido a lo que vi en el cielo . Hice lo que creí necesario...-

- Hubiera preferido morir a tener una alianza con los enemigos. Creí haber sido muy claro contigo cuando te dije que no se puede confiar en los soldados de Basgiath. Ellos deben ser tus marionetas, no tus aliados. Tus esclavos, no tus amigos.- escupió iracundo.

- También me dijiste que si tú mueres yo muero. ¿Qué se suponía que hiciera...? ¿Dejarte morir, acompañarte yo también y dejar a los niños a su suerte? No, Kalel. Desde el principio fui clara en una cosa. Haré lo que sea necesario para mantener a salvo a mi hermana y eso significa cualquier cosa... así sea aliarme con un jinete de Basgiath.-

Corazón traidor. (Fourth Wing fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora