Desde que tengo memoria he estado mirando al cielo buscando una respuesta a mis súplicas , alguien que me saque de este lugar.
Una anciana me dijo que el universo obedece a quienes tienen una voluntad fuerte y desde entonces le he suplicado , le he...
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Individualidad, independencia, voluntad y deseo... aquellas facultades habían sido totalmente desconocidas para la Ariadne del pasado. En mi presente ,era yo quien tenía el poder de arrebatar aquello tan preciado a los demás, y el precio que pagué por ello no se podía comparar ni con la más alta montaña de oro ...
Durante gran parte de mí vida fui sometida a los deseos y la voluntad de los demás.
No tuve elección para nada de lo que ocurrió en aquel lejano tiempo.
Algo tan humano como el soñar me parecía un lujo inalcanzable.
Imaginar un futuro en libertad era mi anhelo más profundo, uno que ocultaba muy dentro de mi cabeza.
En un sitio al que los monstruos no podían acceder, lo único que realmente era mío. Mi mente...
Mi cuerpo y mi piel habían sido maltratados por tantas personas que ya ni siquiera podía recordar los rostros de todos. Pero el daño que dejaron en mi alma era uno que no olvidaría nunca.
Algunas noches de ese pasado que me dolería toda la vida le pedí a los dioses terminar con esa agonía, les pedí convertirme en un ave y poder escapar hacia los cielos... a un lugar en el que mi cuerpo fuera libre de tanta crueldad.
Solo quería volar lejos de la oscuridad y no volver a sufrir de nuevo...
Solo quería ser libre... inmensamente libre...
Y una de esas cientos de noches los dioses me escucharon, enviaron a uno de los suyos a liberarme, me regalaron un par de alas, no las de un ave, sino las alas de un dragón.
Y aunque Kalel era un dios de la furia en mi corazón maltrecho aún existía la bondad, fue lo único que no pudieron arrancarme.
