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Tyrrendor.
(Parte tres)

La esclava que liberó a las doncellas.

Dos días pasamos encerrados en esa habitación debido a mi paranoia y delirio de persecución

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Dos días pasamos encerrados en esa habitación debido a mi paranoia y delirio de persecución. A pesar de controlar cada mente que habitaba ese pueblo minero la sensación de ser descubierta al poner un pie fuera de ese lugar no salía de mi cuerpo. Estaba aterrada ...

Por las noches no dormía y por el día tampoco. Mi cuerpo estaba recostado en esa cama pero mis hilos danzaban entre cada calle del lugar. Poco a poco me había familiarizado con los rostros, con los sonidos , con los aromas y con los horarios que conformaban Athebyne.

Y aunque  el salir me provocaba una sensación aterradora en el pecho, no podía retener un segundo más a los niños , ya habían estado suficiente tiempo confinados en la montaña.

- Hoy saldremos... - informé poniéndome de pie y mareandome al instante. No había dormido nada en los últimos días y tampoco me estaba alimentando correctamente. No pude evitar pensar en Brennan, él se encargaba de mantenerme centrada y saludable...él era el ancla que me ataba a la realidad cuando mi mente comenzaba a divagar.

- ¡Por fin! - vitoreo Sophía levantándose de un salto y alisando con sus pequeñas manos la tela de su vestido azul marino.

- ¿Estás segura de que podemos salir?- preguntó Vincent con sus ojos celestes llenos de preocupación.

- Si, nadie nos hará daño. He instalado la orden en todo el pueblo... - me agaché un poco para estar a la altura del niño .- Además si alguien intenta lastimarlos lo mataré antes de que pueda acercarse...-

El falso pelinegro me regaló una enorme sonrisa la cual devolví de la misma manera.

-¿Cuánto tiempo estaremos aquí...?- preguntó de nuevo el niño, una vez que estuvimos al otro lado de esa puerta que había sido el símbolo de seguridad al que me aferré durante esos dos días.

- Necesito comprar mapas, creo que los que traje de Esben son muy antiguos. Además he visto una estación de trenes a las afueras  de aquí, creo que ese será nuestro medio de transporte hasta Tyrrendor.-

- Nunca he viajado en tren...- me confesó el rubio sin soltarse de mi mano mientras Sophía iba perdida en sus pensamientos. Pensamientos que en su mayoría eran sobre imaginar cuantas tiendas visitaría en nuestro paseo matutino.,

-Yo tampoco ...- Le confesé con algo de vergüenza.

-¿Crees que sea más impresionante que volar?-

Corazón traidor. (Fourth Wing fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora