Estreché su mano observando la frescura en su rostro y la simpatía en su mirada; era como un niño risueño.
—Soy princesa cazadora —contesté secamente.
El tal Šhřιη sonrió divertido al tiempo que soltaba mi mano y se volvía hacia su gran amigo...
Solté el aire de golpe y desvié la mirada intentando ignorar el fuerte abrazo que se dieron Σs'κα y Šhřιη.
Justo en el momento que me hubiera encantado estar sola y nos encontrábamos con él. Al menos las lágrimas se habían secado en mi rostro.
Σs'κα se volvió hacia mí y me miró de pies a cabeza como si fuera una desconocida.
—Šhřιη es amigo de Mina y mío. Viajamos por tierras desconocidas durante varios ciclos lunares —explicó lentamente.
Šhřιη soltó una carcajada.
—¿Tierras desconocidas? No... tú le estás tomando el pelo. Desde la casa de los dioses se pueden ver todas las tierras —replicó con cierto entusiasmo en la voz.
Se acercó a mí y me pasó un brazo por los hombros.
—Venga, princesa cazadora. Yo le contaré un poco sobre aquellos tiempos —me dijo guiñándome un ojo.
Sonreí inevitablemente divertida mientras Σs'κα miraba a Šhřιη con el ceño fruncido.
Comenzamos a caminar de nuevo. Con Šhřιη pude olvidar mis penas por un largo rato, mientras batallábamos entre abetos, juncos y helechos. Šhřιη tenía una forma muy especial de contar los anécdotas. Y lo que más me divertía era la cara de pocos amigos que ponía Σs'κα a cada rato. Sólo una vez abrió la boca para preguntar algo:
—¿Dónde está tu campamento?
—Cada vez más cerca, ya podrán descansar. Pero quisiera saber qué es lo que los trae por el bosque a estas alturas de la noche. La propia luna ya se preparaba para descansar de nuevo —repuso Šhřιη tomando una piedra del suelo y lanzándola hacia la penumbra del bosque—. Además de que tu aspecto es deplorable, hijo del Fuego, y usted, princesa, se ve tan hermosa como la diosa que ahora nos custodia, pero veo el cansancio en sus ojos.
Σs'κα y yo guardamos silencio por un instante, hasta que finalmente me decidí yo por hablar.
—Recibimos un ataque en el ςστεrrα de mi pueblo.
Šhřιη asintió lentamente con la cabeza y aunque la curiosidad relucía en sus ojos, no preguntó nada más.
El recuerdo de lo sucedido volvió a mis pensamientos y la tristeza me invadió como un mal que no tiene cura.
Šhřιη me miró con una comprensión y una tristeza sinceras antes de tomar una piedra más del suelo y cambiar su expresión.
—Prepare el arco, princesa ¡A ver qué tan rápido piensa! —me desafió antes de lanzar la piedra hacia los árboles.
Saqué mi arco y una flecha -de las que me habían colocado en ςστεrrα las mujeres de Αιrġυα- de la aljaba y observé cómo en ese mismo instante salía una parvada de pájaros de entre las hojas de los árboles.
Solté la flecha que dio de lleno en el pechito de uno de ellos, precipitándose hacia el suelo.
Šhřιη soltó una carcajada al tiempo que aplaudía con entusiasmo.
—Ya tenemos desayuno para mañana —dijo corriendo con una rapidez sorprendente hacia los árboles.
Σs'κα soltó una carcajada.
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⌘Cαżαdοrα εrrαητε⌘
FantasyMi brazo estaba marcado. Allí, incluso de lejos, se veía la marca plateada, que cruzaba como una enredadera por mi brazo, comenzando desde mi palma hasta mi hombro. Era la marca de un cazador. Mi tribu por generaciones había puesto esa marca a los...