Capítulo 6 · El gym

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La semana comienza y es un huracán de emociones. El lunes llego feliz al colegio buscando a mi novio. Lo veo en una banca hablando con sus amigos y se me acelera el corazón. Cuando estoy caminando hacia allí, siento que alguien me llama y volteo. Es Mónica mi mejor amiga del cole.

- Párate allí. No te muevas y es YA que me vas a contar que paso el finde, porque me dejaste con la intriga.

Ayer le había pasado un mensaje diciéndole que tenía muchas cosas que contarle. Pero como ella estaba de viaje no quería molestarla.

- Bueno no mucho la verdad - le digo restándole importancia - Lo más destacado de las noticias de lo que pasó el finde es que...- hago una pausa y sigo con el suspenso - ¡Henry y somos novios!

Ella se queda paralizada, con la boca abierta, pero se recompone y comienza a dar saltitos de felicidad.

- ¿Qué? ¿Es en serio? – asiento con la cabeza - Ay, amiga, que emoción. Pero necesito detalles no me puedes soltar una noticia así y dejarme con las ganas del chisme completo. ¿Qué pasó para que el viernes se vieran en el gym y ya hoy fueran novios? ¿De qué me perdí?

Me río y le cuento con detalles todo lo que ha pasado desde el viernes y nuestro encuentro en el gym. Se asombra con todo lo que le digo y ya cuando llego al cuento del coche de anoche me está mirando con ojos como platos.

- Muero de cochina envidia, de la buena, claro está. Creo que me he puesto cachonda y toda escuchando el relato. Estás vuelta una devoradora de hombres niña. - nos reímos juntas. Con ella puedo hablar abiertamente de todo y no se escandaliza por nada. Estoy feliz de tenerla siempre cuando lo necesito.

- ¿Amiga mía, a qué santo le rezaste para que se te cumpliera ese milagrito? A ver si yo le rezo, escucha mis súplicas y tengo suerte con Humberto. Que me carga loca y nada que voltea a verme.

Me río de sus ocurrencias.

- No sé qué fue lo que hice, pero los planetas se alinearon por fin y estoy muy feliz.

- Yo estoy en un "Mercurio retrogrado" perenne. Mis planetas no se mueven ni un centímetro... - se acerca a mí y me dice en voz baja - Y hablando de centímetros, ¿lo sentiste? ¿Cómo la tiene? Porque si es pequeña, que decepción tan grande amiga. Mucho músculo y poco paquete.

Me carcajeo con su comentario porque no pensé que me iba a preguntar eso. Pero me pongo sería y le respondo...

- Bueno por lo que pude sentir, se le notaba algo grande. No creo que sea un relleno del pantalón. Pero como no he visto o sentido nunca una, no sé si es grande o pequeña. No tengo con que comparar. - me río...

- ¿Te imaginas? Que terrible... uno pensando encontrar un chorizo y lo que te encuentras es una salchicha de fiesta.

No paramos de reír a causa de sus ocurrencias. Cuando de pronto siento unas manos que me rodean la cintura.

- ¡Hola novia! ¿De qué se ríen? ¿Me cuentan el chiste? - dice Henry y Mónica y yo nos miramos y nos volvemos a reír.

Si supiera no estaría tan risueño. El tema del tamaño en los chicos es algo delicado y que genera tanto burlas como halagos. Siempre me ha tocado estar rodeada de chicos en las clases, somos muchas menos chicas. De 40 alumnos que hay por salón, solo 10 somos chicas. Y entre clase y clase siempre los escucho hablando entre ellos de todo tipo de cosas. No se cortan ni un pelo porque yo esté presente, al contrario, creen que hablando de eso me van a intimidar. Yo solo me hago la tonta, la que no escucho nada, y así me entero de todo.

Le doy una respuesta genérica y justo suena la campana que indica que ya debemos entrar al salón. Mónica le dice a Henry...

- Por cierto, felicidades "cuñado" y espero que la trates bien porque si no...- y hace un gesto con el dedo atravesando el cuello de lado a lado.

Luna Enamorada [+18] - Completada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora