Luna Enamorada [+18] - Completada ✅

Capítulo 26 · Reconexión

Al día siguiente tengo un par de reuniones importantes y debo hacer varios informes para algunas empresas que debo entregar antes del fin de semana. Gracias a ello pude distraer mis sentidos hasta el miércoles. Tengo claro que estoy llenándome de mucho trabajo para no pensar en el causante de mis orgasmos nocturnos de todos estos días. Sí, lo confieso, no he parado de tocarme pensando en él.

Mónica me escribe cuando estoy en la oficina para recordarme que hable con Carolina y con Luis para el plan de salida del viernes. No tengo que convencerlos ni mucho menos, ellos se apuntan a todo plan o fiesta que salga. Le escribo a Caro por el chat para que venga a mi puesto. En 5 minutos aparece.

-Ya le dije a Luis y aceptó encantado a tu plan.

-Vale.

- Oye y una cosa... ¿quieres morir de estrés?, tía tienes la lista de trabajo a tope. - me dice Caro al mirar todo lo que tengo a la mesa y mi agenda abierta.

- Cierra la puerta de la oficina que tengo que contarte algo.

Ella se queda mirándome a la expectativa de lo que voy a decirle. Pero sabe que será serio cuando le he pedido que nos encerremos.

- No aguanto más, necesito desahogarme.

- Me estás preocupando Luna.

- Tranquila, no es nada malo... ¿te acuerdas de que alguna vez te he contado de mi amor adolescente?

- ¡Si claro! Te brillan los ojos cuando lo nombras. ¿Qué pasó con él?

- Pues que... lo vi el fin de semana.

- ¿En serio??? ¿Por qué no me habías dicho? Estás tardando en contarme todo tía...

Y se sienta en una silla al frente de mi mesa, con los ojos como platos con la noticia. Le cuento como pasaron las cosas y todos los detalles. Ella ha sido mi confidente desde hace mucho tiempo, al igual que Mónica, y necesito su opinión de la situación.

- ¡Uf! Necesito conocer ese hombre. ¿Tienes una foto?

- No, tengo foto. ¿Es que no entendiste que tengo 15 años que no lo veo? No sabía nada de él hasta este sábado. Y no te dije nada porque estaba tratando de sacarlo de mi cabeza, pero no lo he logrado.

- Vale, vale... Pero no entiendo, ¿cuál es tu duda?

- Ninguna, solo quería desahogarme y me estoy escuchando y soy muy patética.

- Si, lo eres. ¿Y sabes lo que te digo? Que yo no me esperaría al viernes y me lo follaría antes. Que la vida son dos días y hay que disfrutarla. Pero claro yo sé que no eres como yo, de moral distraída.

- Ya sabía yo que ese también sería tu consejo. Mónica y tú se parecen más de lo que pensaba. No ha parado estos días de repetirme lo mismo cada vez que llego a casa.

- Bueno amiga, si las dos coincidimos es porque tienes que hacerlo y dejar de pensártelo mucho. Dime, ¿qué es lo peor que pude pasar?

- Que se vaya y no lo vea más.

- Respóndeme algo. ¿Qué prefieres? ¿Que se vaya y no lo veas más después de un beso apasionado? o ¿Que se vaya y no lo veas más después de follártelo de todas las maneras posibles?

- No lo sé.

- No te hagas la estrecha que yo sé cuál prefieres.

- El problema aquí no es follármelo o no. El problema es que no quiero ilusionarme porque se va a ir de cualquier forma.

- No te reprimas por lo que puede pasar. Vive el hoy, el presente. Si ya sabes que se va, ya tienes media guerra ganada. Saca tu lado perrísimo, que sé que lo tienes, y aprovecha esta oportunidad que te da la vida. No todos los días podemos tener una segunda oportunidad con alguien que queremos - me dice y yo la escucho atenta - ...Nadie te puede asegurar al 100% que no saldrás dañada. Es el riesgo que todos debemos tomar en una relación. Hazte a la idea que es un tío que acabas de conocer, puede funcionar a la primera, pero puede que no. No hay seguridad de nada.