Capítulo 40 · Prioridades

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POV Henry


Seis meses después...

Los días habían pasado volando entre tanto ajetreo. Ya teníamos viviendo varios meses juntos y la cosa no iba nada mal. Tener a Luna a mi lado es lo mejor que puedo tener en la vida. Que tonto fui al no venir antes por ella. Pero así tenían que ser las cosas y ahora lo estoy disfrutando al máximo.

Yo había vuelto a mi país en febrero, solo por una semana, para terminar algunos papeleos de la venta de las acciones de la empresa y para coordinar la mudanza de mis cosas a España. No había hecho falta que me quedara por más tiempo. Desde aquí fui gestionando todo, con la ayuda de mi madre, para que al llegar todo fuera más rápido.

Ella no estaba muy de acuerdo con ese viaje relámpago que hice, quería tenerme más días con ella, pero estaba igual de entusiasmada que yo por el hecho de haber empezado una nueva relación con Luna. Ella estaba feliz de verme feliz y con eso ya era suficiente para dejarme ir a mi nueva vida. De todas formas, ya me había dicho que iba a comenzar a planificar un viaje para visitarnos y yo encantado.

Luna y yo habíamos decidido que, si bien el piso donde estaba era muy bueno por su ubicación, lo mejor era conseguir algo más grande para los dos. Ambos necesitábamos un espacio para nuestros despachos en casa y si venía alguna visita.

Encontramos uno, de tres habitaciones y dos baños, muy cerca de donde vivían sus padres y no dudamos en mudarnos. Hicimos una inauguración formal del piso en abril, para el cumpleaños de Luna. Invitamos a sus amigos y por supuesto a sus padres. La velada estuvo muy agradable y no faltó la música, la comida y el vino.

Finalmente, Morada estaba muy cerca de ver la luz, solo faltaban unos requisitos legales y algunos toques finales en el local que habíamos conseguido. Luna estaba encargada de toda la remodelación y estaba quedando ideal.

No era muy grande, pero con el espacio suficiente para comenzar. Tenía un par de despachos, uno para cada uno, y dos salas de reuniones, una más grande que otra para tener opciones distintas dependiendo de las personas que nos visiten. En el centro de la oficina había espacio para dos mesas grandes en donde podrían ponerse nuestro equipo de trabajo, en total serían 6 personas, por ahora, pero cabía el doble perfectamente. También tenía una pequeña cocina y una terraza que tenía unas vistas espectaculares a La Castellana.

Luna había notificado en la empresa donde estaba trabajando que se iba, trabajaría hasta Julio, para dejar todos los proyectos, en los que estaba de líder, en manos de las personas que se encargarían de ellos a partir de ese momento. Carolina y Luis se vendrían a trabajar con nosotros. Les hicimos las propuestas formales y ellos aceptaron encantados. La experiencia que tenían nos vendría muy bien para arrancar fuertes. Yo por mi parte ya tenía adelantado mucho trabajo y estaba reuniéndome con posibles nuevos clientes. Todo pintaba muy bien.

Teníamos planificado que para septiembre sería la inauguración de la oficina, dejando todo el mes de agosto para irnos de vacaciones. Unas merecidas vacaciones después de un año bastante movidito en todos los aspectos.

Faltando pocas semanas para la apertura de la oficina, decido llamar a Mónica para que me ayude en un tema importante. Cuando me responde y nos saludamos le suelto...

- Te llamo porque te necesito para que me ayudes a organizar la pedida de mano de Luna.

No oigo nada al otro lado de la línea... - ¿Hola? Món...

- Si, aquí estoy, pero dame un momento para procesarlo, que me lo lanzaste como quien pide un kilo de tomates.

- No seas dramática que ya lo sabías. – me río.

Luna Enamorada [+18] - Completada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora