Capítulo 27 · Placeres Olvidados

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Finalmente terminamos de comer, Henry pide la cuenta, que no me deja pagar, y salimos del restaurante caminando. Yo acelero el paso para dejarlo atrás, pero me alcanza y me toma de un brazo para que me detenga.

- Luna para. Discúlpame, por favor.

- No tengo nada que disculparte, gracias por tu sinceridad más bien - y me suelto de su agarre.

- No es lo que piensas.

- ¿Y qué es? Porque no lo tengo claro... Me sales con unos comentarios como si yo fuera cualquiera para ti.

- ¿Cómo puedes decir eso? Tú nunca serás cualquiera para mí... Creo que estás sacando las cosas de contexto. Déjame explicarte. Por favor.

- Vale explícate - me detengo, lo miro a la cara y me cruzo de brazos.

- A ver... lo que quería decir es que... No quiero arruinarlo de nuevo y quería saber si tenías claro lo que querías... para estar seguro de que no te estoy haciendo daño, es solo eso. Jamás vuelvas a decir que eres una cualquiera para mí - me dice eso acercándose y tocando mi mejilla. Siento una corriente eléctrica por dónde me toca.

- ¿Y no podías decirme eso antes?

- No me dejaste. Tu solita sacaste tus conclusiones y te pusiste en modo dragón de Komodo.

- No sé Henry, creo que esta salida fue un error. Nos estamos confundiendo y es lo que menos estoy buscando.

- Yo no estoy confundido. Yo sé lo que quiero.

- ¿Y qué quieres?

- A ti... - me quedo mirándolo fijamente, porque no me esperaba esa respuesta, y me toma del cuello y me besa, pero me quito al cabo de un momento.

- Para por favor.

- ¿Por qué? - me dice y vuelve a besarme. Bastó un solo beso, bueno dos, para que se me olvidara la razón de nuestra discusión. Me besa con delicadeza, pero sin dejar de ser apasionado, metiendo su lengua en mi boca, haciendo que pierda la razón. Finalmente se separa de mi boca y pone su frente en la mía...

- ¿Quieres saber otra razón por la que me comporté como un tonto en la cena? - y se separa para mirarme... Yo digo que si con la cabeza - Fue tu maldito vestido. Me descontrolaste por completo. Perdí el sentido.

- No es para tanto... No exageres. - le digo y comienzo a caminar de nuevo. Tengo las piernas de gelatina por ese beso.

- Lo dices porque crees que es muy fácil estar empalmado y cenar como si nada.

- ¿Es en serio? - me río por eso, los hombres son tan básicos. Medio ven algo que les gusta y andan como animales en celo... Pero claro, las chicas y yo sabíamos que ese era el propósito de este vestido en particular.

- Dime... ¿qué hago para compensar este desastre? - me dice mirándome.

- Ni cuando tenías 15 años te comportaste como lo hiciste hoy.

- Cuando tenía 15... No sabía lo que hacía.

- ¿Ah no?

- No. Te dejé ir.

- Henry no vayas por allí...

- Es la verdad, quise darte tu espacio y mira... 15 años después dónde estamos.

- Yo necesitaba olvidar, necesitaba sanar, haber perdido algo tan bonito producto de lo que teníamos fue insoportable.

- Me necesitabas a mi Luna... A mí a tu lado. Necesitabas mi hombro para llorar. No estar sola en un país distinto sin poder desahogarte completamente... Luna, no puedes ni nombrar la palabra "bebé". He notado como la evitabas cuando medio tocamos el tema el domingo.

Luna Enamorada [+18] - Completada ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora