Verbs and Moans - Kookmin

Capítulo 8

          Secretos en la montaña

"Superar la resistencia requiere valentía y determinación. Puede implicar enfrentar tus miedos, desafiar tus creencias limitantes y tomar medidas concretas hacia tus objetivos. Es un proceso gradual y personal que te permitirá crecer y descubrir nuevas fortalezas dentro de ti."

—— El sol se asomó por encima de las montañas mientras los estudiantes se levantaban emocionados para disfrutar de su día de campamento. El aroma a frescura y naturaleza llenó el aire mientras se dirigían hacia el río cercano para una actividad de pesca matutina. Recolectando los peces que iban a degustar.

Después de un tiempo, el estómago de todos comenzó a rugir, y el profesor Kim anunció que era hora de regresar al campamento para el almuerzo. Los estudiantes recogieron sus cosas de pesca y se devolvieron al área designada, para comer.

El aroma tentador del pescado, huevos, tocino crujiente y pan llenó el comedor. Los estudiantes se sentaron en las mesas, ansiosos por llenar sus estómagos y compartir con sus amigos y maestros.

— ¿Disfrutaste anoche, gata bandida? — Jimin preguntó bajito.

— A penas puedo estar sentado — Jin le guiñó un ojo.

— No sabes cómo te envidio.

— Pronto disfrutarás por tu cuenta también, bebé.

El profesor Kim se puso de pie y llamó la atención de todos los estudiantes.

— Espero que hayan disfrutado de la pesca esta mañana. Ahora, tengo una emocionante noticia para ustedes. Vamos a hacer una excursión de senderismo por la montaña.

Los jóvenes aplaudieron y gritaron felices. Menos alguien que odiaba caminar... El rubio hizo una mueca de fastidio, pensando en inventar algo para no ir.

— Dividiremos los grupos para la excursión. Quiero que se junten seis personas. Así que, por favor, formen sus equipos ahora mismo. Yo me encargaré de asignarlos, empezando por el mío... — miró a los alumnos que esperaban expectantes — Seokjin, Taemin, Yoongi, Hoseok y Jackson, van conmigo — Jin sonrió y caminó hacia donde estaba su mayor — sigue el Profesor Jeon... Sunoo, Baekyung, Jimin, Félix y hyunjin.

— De pronto me dieron ganas de ir — dijo el rubio, acercándose a su profesor. Y así se terminaron de formar los cuatro grupos.

Con los equipos formados y la emoción en el aire, los estudiantes se prepararon para comenzar su excursión de senderismo, listos para caminar un buen rato.

La aventura comenzó, siguiendo el sendero marcado en el mapa. Todos aprovechaban para disfrutar del paisaje impresionante mientras un alumno era el encargado de guiarlos. Jungkook iba junto a él, como buen pastor de ovejas y el rubio iba hasta atras. Sin embargo, en un punto, Jimin se distrajo con un ave rara...

— ¡Qué bonita! — se quedó mirando como se posaba sobre una rama y luego saltaba a otra.

Encantado por su belleza, sacó el celular para tomarle una foto, siguiendo su andar.

Jungkook volteó y se dió cuenta de que Jimin no estaba. Así que se devolvió para buscarlo, mientras los demás seguían. Tras unos minutos de búsqueda, lo halló en un sendero secundario, sosteniendo sus brazos arriba, intentando grabar al animal.

— ¿Qué estás haciendo? No puedes alejarte del grupo.

El menor sonrió — Lo siento, Profesor. Me distraje con este pajarito. Es realmente hermoso, ¿no cree?

Jeon no pudo evitar sonreír ante la inocencia y la ternura de Jimin. Sin embargo, al mirar alrededor, se dió cuenta de que se habían alejado bastante del camino principal y no tenía ni idea de cómo volver.

— Maldita sea — se quejó en voz baja, sacando su celular para llamar al profesor Kim pero no tenía señal — ¿El tuyo tiene?

— No... — negó divertido.

— Deja de reírte. Esto es realmente grave.

— No me parece tan malo después de todo.

— Ya basta.

Decidieron intentar encontrar el camino de regreso — ¿Ya había hecho senderismo antes?

— Varias veces, ¿y tú?

— ¿Tengo cara de Bear Grylls?

Jeon soltó una carcajada — No tienes remedio...

— Al menos lo hice reír — sonrió también mientras caminaban — se ve menos amargado cuando sonríe.

— No soy amargado.

— Pues a mí me lo parece.

— Es porque no me conoces.

— ¿Y por qué no me deja conocerlo?

— Porque es inapropiado.

— Vió... Amargado.

La luz del sol comenzaba a desvanecerse y la oscuridad amenazaba con envolverlos por completo. La preocupación se reflejaba en sus rostros mientras buscaban desesperadamente una señal o algún indicio que los guiara de vuelta.

De repente, Jimin dió un paso en falso y resbaló, perdiendo el equilibrio. Sus ojos se abrieron de par en par mientras sentía el vacío debajo de él, pero antes de que pudiera caer, Jungkook actuó rápidamente. Extendió su brazo y agarró al menor, justo a tiempo, evitando que se precipitara hacia abajo.

El corazón de Jimin latía rápidamente mientras quedaba suspendido en el aire, sostenido por su profesor. Sus miradas se encontraron en un instante, conectándose en un nivel más profundo. La adrenalina fluía por sus venas, mezclada con una extraña sensación de cercanía, vulnerabilidad y excitación.

— ¿Estás bien? — preguntó el pelinegro, con notable angustia, mientras sostenía al pequeño por la cintura.

— No... — negó en un jadeo — Lo siento mucho, profesor — sin pensarlo más, Jimin se impulsó hacia adelante y tomó la boca del mayor en un beso apasionado. Moviendo sus labios y lengua sobre el contrario; sosteniéndose de sus hombros.

Jeon mantenía los ojos muy abiertos pero no se separaba. Sus manos apretaban con fuerza la carne del rubio y el tiempo parecía detenerse mientras se encontraban en un contacto necesitado. El susurro del viento y el latido acelerado de sus corazones eran lo único que podían escuchar en ese instante. Era un gesto cargado de emociones y deseo contenido.

Poco a poco, el mayor se fue dejando llevar. Pegó al más bajo a su cuerpo completamente y le sostuvo el rostro con una sola mano. Intensificando aún más la unión mientras los jadeos y chasquidos llenaban la montaña.

Jungkook le mordía sus rojos y gruesos labios, los chupaba, le succionaba la lengua y la saliva lubricaba cada beso; uno más salvaje que el otro.

Al momento de separarse, ambos parecían estar sin aliento.

— Busquemos el campamento — dijo el pelinegro, caminando frente a Jimin.

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